El estado de la pista de tierra batida que se instaló en el Palacio de los Deportes de Oviedo no contenta a todo el mundo. Al menos no a Mijail Kukuskhin, número 1 del equipo kazajo. "La pista no está al cien por ciento", decía ayer el jugador, que también se lamentaba de que "hay unas luces que molestan a la hora de sacar".

Estas quejas no las comparte el combinado español. Ni siquiera Nicolás Almagro, que en el entrenamiento del miércoles se resbaló y se fue al suelo, vertió una sola crítica, sino al contrario, sobre el estado de la pista de juego en la que hoy arranca la Copa Davis. "Que yo me haya caído una vez no es novedad, soy un patoso, no sé patinar, la pista está de diez", aseguró el tenista murciano, que zanjó el tema bromeando con lo de su resbalón: "Ojalá que yo me siga pudiendo caer en eliminatorias venideras para poder seguir acudiendo al equipo si el capitán lo decide".

El murciano sí reconocía que "hacer una pista en cuatro días es complicado, pero con el paso del tiempo se asentó. Lo que queremos es que la pista esté mañana (por hoy) lo mejor posible". También el capitán del equipo español, Álex Corretja, quiso elogiar tanto las instalaciones como el trato que están recibiendo en Oviedo: "Desde que hemos llegado a Oviedo todo han sido facilidades para nosotros. Todo comodidades. Por mí parte solo puedo estar agradecido". Al margen del estado de la pista, Marcel Granollers aseguró estar contentó con disputar el partido de dobles. El barcelonés está por encima de Ferrero en el ranking ATP; sin embargo, Corretja optó por el valenciano como número dos.