El Barcelona se llevó el primer asalto del combate al mejor de cinco que deberá librar con el Unics Kazan por una plaza en la final a cuatro de la Euroliga de baloncesto que se jugará en Estambul. Lo hizo sufriendo más de lo previsto ante los rusos, que pese a ir siempre a remolque en el marcador, nunca le perdieron la cara al partido. El alero azulgrana Pete Mickeal (22 puntos), con su acierto ofensivo en los momentos clave, fue el hombre del encuentro y el principal culpable de que el Unics no culminara la remontada.

Bien secundado por Lorbek, N'Dong y Navarro en la anotación y dirigido de forma excelente por el brasileño Marcelinho Huertas (10 asistencias), Mickeal lideró el rescate de su equipo cuando los visitantes se pusieron a solo tres puntos al inicio del último cuarto y al Barcelona se le aparecieron todos los fantasmas de la eliminatoria ante el Panathinaikos griego de la pasada temporada.

El buen arranque del conjunto azulgrana, con N'Dong ganándole la partida a Jawai en la pintura, le permitió abrir una primera brecha en el marcador (11-3, m.4) que obligó a Evgeny Pashutin a pedir su primer tiempo muerto.

A partir de ahí, el Barcelona se movió en un colchón casi siempre de dos dígitos. Nueve, diez, doce puntos de margen, hasta catorce de ventaja mediado el segundo cuarto (31-17, m.14).

La defensa azulgrana, que provocó hasta ocho pérdidas de balón del Unics Kazan en la primera parte, y el acierto de Mickeal y Navarro en los tiros libres -los locales acabaron con un 11 de 11- le permitió marcharse doce arriba (45-33) al descanso.

El intercambio de triples tras la reanudación no benefició al Barcelona, pues el Unics Kazan pudo mantenerse en el partido gracias al momentáneo acierto de McCarty, Domercant y Lyday que dejaba todo por decidir (62-53) para el último período.

Lyday seguía enrachado al inicio de la última manga, y el Unics se colocó solo a tres puntos (62-59, m.32). Al final, Mickeal, Lorbek, N'Dong y Navarro acabaron con la resistencia rusa en la recta final del choque.