Había ganas de un maratón. El atletismo popular gallego lo pedía a gritos. También el coruñés. "Estamos contentísimos y orgullosos. Hace años teníamos que irnos lejos para ir a carreras y ahora, durante el año, tenemos muchas por aquí y eso se valora". Los "amigos de San Diego" son un grupo de quince atletas de esos que el domingo no se perderán la carrera de 42 kilómetros y 195 metros por las calles herculinas. No ganarán. Posiblemente no entrarán entre los mejores. Pero para ellos lo importante es participar y llegar a la meta. Su verdadero éxito es el día a día, cuando cada martes, jueves y sábado se calzan las zapatillas y se juntan para salir a correr.

Esta afición no tiene edad. Desde los 62 años que tiene Salvador Patiño, el más veterano de ellos, hasta los 27 de Iria, la única mujer del grupo que el domingo probará suerte en esta distancia. En total, son quince los "amigos de San Diego" -inscripción que llevan en las camisetas en las carreras-. Juan Carlos Barreiro, José Botana y Julio Peinado se puede decir que son los socios fundadores, los que iniciaron esta tradición cuando abrió San Diego y a la que después se fueron sumando el resto: Fernando, Paco, Rodrigo, Iria, Andrés, Carlos, Marcelo, Marcos, Víctor, Santi, Javier y Alberto. Solo Carlos se perderá la cita del domingo por una inoportuna lesión en el tobillo.

La experiencia en maratones también es variada. Fernando ya lleva nueve encima y Marcelo y Marcos, cuatro. José, Juan Carlos y Julio harán el domingo su tercero -estuvieron juntos en Madrid en 2005 y en el Baixo Miño en 2008-. Para el resto, será su estreno. "Hay mucha ansiedad y mucho estrés. Los que ya hicimos maratones le tenemos mucho respeto. Son 42 kilómetros y no es ninguna broma. Sabes que tienes que estar casi 4 horas corriendo y lo bonito siempre es acabarlo", afirma Juan Carlos, que aconseja a sus colegas que "se olviden de las marcas y corran por sensaciones, con cabeza y sentido". Si no, sufrirán el temido muro: "Me pasó las dos veces al pasar el kilómetro 35. Se me bloquearon las piernas. Espero que esta vez ya no me pase".

El objetivo, como siempre, es terminar, pero bajar de las cuatro horas, como ya hicieron en otras ocasiones, sería un objetivo. Aunque en ésta, si pueden hacerlo en tres horas y media, mejor. Pero no por razones competitivas: "Queremos ver el Celta-Dépor. Todos somos del Dépor y es una pena que coincida. Hay que apurar para poder verlo, aunque sea en una cafetería cercana y aunque estemos muy cansados. Tenemos previsto entrar en meta de 12 a 12.15".