El clásico gallego del próximo domingo en Balaídos concentrará el mayor despliegue de seguridad de la historia de los derbis. Cerca de 700 personas, en su mayor parte efectivos policiales, velarán por la seguridad de los espectadores en el choque, que ha sido declarado de alto riesgo por la Comisión Antiviolencia y presenta este año especial complejidad por el gran número de aficionados del Deportivo -se calcula que entorno a cuatro mil- que se desplazarán a Vigo.

La hinchada blanquiazul llegará por distintos medios y por separado, lo que supone un problema añadido, como lo es también el elevado número de seguidores del Deportivo que ha adquirido entradas fuera de la zona de seguridad habilitada para la afición visitante.

Aunque la notificación de alto riesgo no se recibió oficialmente hasta el día de ayer, hace quince días que ambos clubes trabajan con las fuerzas de seguridad en la coordinación del dispositivo, que reunirá a 700 personas entre policías, miembros de Protección Civil y agentes de seguridad privada. Trescientos cincuenta de ellos serán antidisturbios de la Unidad de Intervención Policial, a los que hay que sumar medio centenar de policías locales, un centenar de miembros de Protección Civil de las agrupaciones de Vigo, Val Miñor, Redondela y Pontevedra, unos cien vigilantes privados, así como diversas dotaciones sanitarias y de bomberos y policías de paisano desplegados por las distintas gradas.

El dispositivo contempla, igualmente, diversas actuaciones en la ciudad para garantizar la integridad de la afición del Deportivo dentro y fuera del campo. Unos cuatrocientos seguidores blanquiazules llegarán a Vigo en dos trenes a lo largo de la mañana del domingo. Este grupo será escoltado por la policía a pie hasta Balaídos por un itinerario que se mantiene en secreto por motivos de seguridad. Otro nutrido grupo de aficionados deportivistas se desplazará a Vigo en autobús directamente hasta el estadio con escolta policial y se ubicarán en la grada acotada para la hinchada visitante aproximadamente dos horas antes del inicio del partido.

Las puertas de la zona de seguridad acotada parar los seguidores blanquiazules, en la Grada de Río Alto, se abrirán a las 10.00 horas y el resto de las gradas media hora más tarde. No obstante, el dispositivo de seguridad se activará a partir de las 06.00 horas ante la posibilidad de que se produzcan imprevistos.

La mayor parte de la marea blanquiazul, sin embargo, llegará a la ciudad con cuenta gotas en vehículos particulares. Los responsables de seguridad, sin embargo, tienen constancia de que la mayoría de estos pasarán la noche en Pontevedra, donde también pernoctará el equipo, y se desplazarán a Vigo por la mañana. Se espera que buena parte de ellos dejen su coche en Pontevedra.

Uno de los principales focos de preocupación es el elevado número de aficionados deportivistas que ha adquirido localidades fuera de la zona de seguridad. Al tratarse de un partido de alto riesgo, la ley exige la separación de ambas hinchadas. Se recomienda a los aficionados deportivistas que se ubiquen en otras zonas del campo que no porten distintivos de su equipo para evitar altercados.