Tres medallas, dos oros y un bronce, fue el botín de la selección española de natación durante la penúltima jornada del Campeonato de Europa de Debrecen, una sesión en la que al lado de la alegría por los títulos de Mireia Belmonte y Merche Peris, se vivió la decepción de Patricia Castro y Rafa Muñoz, que aspiraban a hacer grandes marcas para que el director técnico se pensara su inclusión en el equipo olímpico, pero no rindieron al nivel que se esperaba de ellos.

La que volvió a responder fue Mireia Belmonte. La de Sabadell tardó en entrar en acción en el Europeo. Lo hizo en el 4x200 que fue descalificado, pero en su primera prueba individual, los 1.500 libres, inusual en su repertorio, ganó el oro casi con insultante facilidad. Junto a ella, en el podio, la incombustible Érika Villaécija (bronce), que no se cansa de colgarse medallas.

La otra fue la de Merche Peris. La espaldista valenciana, una especialista en las pruebas de velocidad, se impuso en la final de 50 espalda. Emocionada, casi no se creía lo que veían sus ojos cuando al tocar la pared se vio primera en el videomarcador.