Uno nació en Madrid. El otro, en Santander. Pero los dos son gallegos de corazón y de adopción. De pura cepa. Son Fernando Echávarri y Antón Paz, dos de los nombres más ilustres en el mundo de la vela. Juntos ganaron todos los títulos de la clase tornado: campeones de España, de Europa, del mundo, mejores regatistas de 2005 y oro olímpico en Pekín 2008. Por desgracia para los intereses del deporte gallego, la ISAF (Federación Internacional de Vela) rompió este binomio al eliminar su categoría del programa olímpico. Ahora, ambos navegan por separado sin perder la amistad fraguada durante años aunque la competición haya querido que en la Copa del Rey Audi Mapfre tengan que ser rivales. Echávarri a bordo del potente Movistar, Paz con su Mar de Frades, el barco más pequeño de la flota de RI 2.

De entrada, es un mano a mano un tanto desigual. "Nosotros queríamos hacer una regata monotipo, pero al no juntarse suficientes platu 25 nos metieron en la clase RI 2. Aún así, decidimos venir para dar a conocer al Mar de Frades a todo el mundo de la vela. Tenemos un gran hándicap, porque en cuanto sopla un poco de viento no podemos defendernos. Pero ya hemos hecho un sexto puesto, que es una buena clasificación y si un día hace poco viento y afinamos bien podemos dar alguna sorpresa, pero en la general, con entrar entre los diez primeros nos damos por satisfechos", explica Antón Paz.

El Movistar, en cambio, no puede conformarse con eso. Con cuatro títulos ya en sus vitrinas, busca en la bahía de Palma el quinto, aunque el Power Plate se escapa en la general en la que el barco de Pedro Campos es tercero. "En la Copa del Rey prima ser el barco grande de tu clase. Es muy difícil luchar contra los que son más grandes que tú, entre los de 37 pies como el nuestro sí que somos los más rápidos. Tenemos barco para hacer podio, pero para primero no porque nos saca demasiado", dice Echávarri.

Aunque ya hace casi tres años que no navegan juntos, verles por separado sigue siendo raro. "Nosotros nos reímos cuando nos vemos en diferentes barcos. Por suerte, este año al hacer los dos preparación olímpica, hemos coincidido bastante", continúa el de Pontevedra, que se quedó a un punto de estar en Londres en la clase star. "Seguro que allí hubiese dado sorpresas", le alienta su excompañero, que seguirá con el reto de clasificarse para unos Juegos con su hermano Carlos en 49er. Echávarri se consuela. "Con esa ropa que han puesto... ¡casi mejor no haber ido", bromea. A ocho días para que empiecen los Juegos, es normal que les invada un poco la nostalgia. "Cuando consigues algo, crees que el sueño de tu vida, pero siempre surgen nuevos sueños", dice el pontevedrés, que critica a la IASF por eliminar la clase tornado: "La ISAF normalmente toma malas decisiones, pensando solo en los intereses de cada país y eso perjudica a la vela, que se queda sin figuras y sin espectáculo".

Sin ellos, las esperanzas de medalla para España en la bahía de Weymouth disminuyen. Ambos hacen su quiniela. "Dos medallas sería un resultado bueno. Tres, un resultado muy bueno. Y con una se cumpliría con la papeleta" pronostica Fernando Echávarri. El de Vilagarcía de Arousa le pone nombres a los números: "Están Iker (Martínez) y Xabi (Hernández); está el RS:X que este año ha estado muy fuerte; está Trujillo, que tiene mucha experiencia y si sopla viento tendrá oportunidades; y están las debutantes Tara (Pacheco) y Berta (Betanzos), que han hecho grandes resultados, pero tienen el hándicap de que debutan en unos Juegos Olímpicos.

¿Y las gallegas Sofía Toro y Tamara Echegoyen -que participan en match race femenino con la asturiana Ángela Pumariega-? "Creo que pueden estar en diploma porque estar en el podio lo van a tener muy difícil. Si les sale muy bien, como el Europeo, que lo ganaron, pueden tener opciones. Tienen un buen equipo pero en principio creo que tienen que luchar por estar en diploma y esperar a que fallen las demás. Tienen que ir poquito a poquito porque son sus primeros Juegos y van a sufrir esa presión", afirma Echávarri.

Paz, por su parte, les aconseja que sobre todo vivan la experiencia: "Tienen una oportunidad única y tienen que vivirla como tal porque sino pueden pagarlo como nos pasó a nosotros en Atenas 2004. En los primeros Juegos Olímpicos, la tensión y verte en un sitio en el que nunca te habías visto, pueden hacer que al final bajes el rendimiento deportivo. Aún así creo que pueden dar la sorpresa si tienen un cruce bueno de cuartos de final y se dan las condiciones apropiadas para ellas, con un viento más flojo". Palabra de campeones.