A ritmo de una guitarra que ocupaba prácticamente todo el carrito de equipaje y con una gran sonrisa en su rostro pese a las horas de vuelo (con retraso en su llegada al aeropuerto coruñés incluido) aterrizaba Matt Rogers (EEUU, 1987), el pívot estadounidense de 2.11 con el que el Básquet Coruña cierra su juego interior.

"Es la primera vez que estoy en España y también la primera vez que salgo fuera. Estuve varios años en el Texas Legends (de la NBDL) y espero realizar ahora una gran temporada aquí", reconocía el jugador poco después de aterrizar y después de haber tenido que esperar por un equipaje que no terminaba de asomar por la cinta.

Matt justifica su llegada a España apoyándose en la "referencia a nivel mundial" del baloncesto nacional, además de que supone para él una "gran oportunidad" para seguir mejorando y creciendo. El jugador, que llevaba varias temporadas jugando en la NBDL (NBA Development League, una liga promocionada por la NBA), quería "cambiar" y probar en Europa, aunque asegura que es un objetivo para él llegar a la NBA. Ya tuvo una primera toma de contacto en 2011, cuando fue invitado por los Indian Pacers junto con otros jugadores destacados de la D-League. Además ha hecho la pretemporada con Charlotte Bobcats.

Matt se describe como "un cinco" al que le gusta estar "bien posicionado y distribuir el balón" y que disfruta siendo "un jugador de equipo" que "trabaja duramente" para el grupo. Augura una temporada "muy gratificante" en la Adecco Oro. Asimismo, considera que se acostumbrará "bien" al juego europeo, admite que le gusta "correr" y que está con muchas ganas de asimilar las diferentes características del juego que impera en el Viejo Continente.

Admite que la decisión "no fue difícil" y que al tener "la opción por un año" no lo dudó, ante la perspectiva de lo "excitante" que suponía la "nueva experiencia lejos de casa", además de la aventura de "disfrutar del baloncesto en otro país y con otra cultura". Declara que echará de menos a la familia, a sus "padres, sus dos hermanas, sobrina y sobrino", por supuesto a su "novia" y espera que "puedan venir en diciembre".

Su pasión por el baloncesto es compartida con su afición por la música. "Me encanta y por eso me traje la guitarra conmigo, es mi bebé y espero que el estar en España me inspire", comentaba entre risas el joven pívot.

Al margen de su pericia musical, sus credenciales en la zona son excepcionales. Así lo confirman sus números en Texas (7,1 puntos, 4,4 rebotes, 1,1 tapones, 0,7 recuperaciones y 0,5 asistencias en 17 minutos), pero el deportista ya apuntaba maneras en su etapa universitaria en la Southwest Baptist University. "Va a tener oportunidades de llegar a la NBA, porque es un jugador que salta, que corre, que tira... Tiene muchas características de las que otros jugadores carecen", reconocía su entrenador por entonces en la universidad, Jeff Guiot.

Llega al Leyma Natura un pívot que puede asegurar noches de gloria en el Palacio, pero que aunque venga con la vítola de jugador que ya conoce la NBA, promete trabajo y compromiso. Con su llegada, el Básquet Coruña arma y dar por cerrado un juego interior poderoso, con los veteranos Javi Román y Javi Lucas, y junto a Matt los otros dos fichajes Jonathan Kale y Cory Jonhson. Que comience la música.