Había pasado por mil y un problemas en los entrenamientos libres del viernes -motor, caja de cambios, frenos...- pero ayer todo se teñía de rosa y apuntaba a que Fernando Alonso podía lograr en el GP de Italia su tercera pole del año tras las de Gran Bretaña y Alemania.

El cero y el tremendo susto del pasado domingo en Bélgica, donde pagó en la primera curva la fogosidad sin control del francés Grosjean, llevaron al asturiano a apretar a fondo desde el primer momento en la sesión de clasificación, sabedor de que nada como lograr la pole para eludir riesgos en medio del pelotón.

Fue el mejor Alonso en la Q1 y en la Q2 mientras Hamilton y Button se repartían su rebufo, pero de repente las ilusiones se hacían añicos. Un fallo mecánico en la barra estabilizadora trasera de su Ferrari le llevaban al fondo de la Q3. Porca miseria.

Las gradas de Monza, teñidas de rojo Ferrari, volcados los tifossi en su apoyo a Fernando Alonso, quedaron en un silencio sepulcral. Décimo crono para el asturiano tras haber sido el mejor todo el día; tras marcar unos tiempos tanto en la Q1 (1:24.175) como en la Q2 (1:24.242) que le hubieran bastado para estar hoy tercero en la parrilla, plaza que fue para Massa con 1:24. Otra piedra en el camino, otro muro que superar en la difícil lucha del piloto ovetense por esa tercera corona. Había tocado la pole con la yema de los dedos pero saldrá en medio del pelotón.

De nuevo en situación de riesgo, de nuevo pendiente de lo que pase delante, detrás y por los lados. Monza, además, no es circuito de fácil adelantamiento, aunque nadie duda de que Alonso, con un F2012 en condiciones, ganará posiciones hoy en carrera y podrá defender su liderato en el Mundial. Pero llegar al podio parece tarea prácticamente imposible, si imposible fuera palabra que pueda utilizarse en la F1 y hablando de Fernando Alonso, capaz de ganar este año el GP de Europa disputado en Valencia tras salir desde la undécima plaza en la parrilla. Otro dato invita en el fondo al optimismo: Felipe Massa fue tercero, y ello significa que con el Ferrari en condiciones Alonso puede ir hoy a por todas en el trazado italiano.

En Monza ha ganado en nueve de las doce últimas carreras el autor de la pole y la pole era ayer para el monoplaza McLaren de Lewis Hamilton por delante del de su compañero de equipo el piloto inglés Jenson Button.

Está la escudería británica imparable en esta segunda fase del campeonato, evidenciando que ha sido la que más y mejor ha sabido evolucionar su monoplaza hasta perfilarse como una de las grandes enemigas del piloto asturiano en la lucha por el título.

Entre Hamilton y Button se han repartido las poles y las victorias en las dos últimas carreras (Hungría y Bélgica) y hoy son de nuevo los grandes favoritos. McLaren como enemigo y, curiosamente, también como aliado, aunque sea temporal, del asturiano, ya que Hamilton y Button aparecen en la tabla bastante más alejados que Vettel y Webber, que ayer de nuevo sufrían con un Red Bull muy inferior a Ferrari y McLaren.