El Madrid afronta esta noche un partido en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán frente al Sevilla con urgencias por mejorar su clasificación pese a disputarse solo la cuarta jornada de Liga, ya que su máximo rival, el Barcelona, con un pleno de tres victorias, le aventaja en cinco puntos.

Ajenos a la liga particular de madridistas y barcelonistas, el equipo que entrena el exmadridista José Miguel González Míchel busca mostrar que en este ejercicio se va camino de corregir errores de las dos últimas campañas, en las que el Sevilla cayó como local ante el del portugués José Mourinho por sendos humillantes 2-6.

De hecho, el Madrid de Mourinho ha ganado en sus tres visitas al coliseo del barrio de Nervión, puesto que también venció por 0-1 en partido copero.

El empate en el primer encuentro ante el Valencia y la derrota en Getafe en el segundo suponen un lastre para los madridistas en su defensa del título, que no tienen margen de error a la vista del buen inicio azulgrana.

Pese a esos buenos resultados en las últimas visitas, los partidos en el Sánchez Pizjuán siempre se han considerado desplazamientos más que complicados, y más en este momento, por ese déficit de puntos y por llegar después de la actividad de las selecciones nacionales, contratiempo importante para preparar el encuentro.

Será además el primer partido en España de Cristiano Ronaldo después de que, tras el triunfo ante el Granada, reconociera que no celebraba los goles porque estaba "triste". Públicamente todo parece haber vuelto a la normalidad y el referéndum que siempre genera este tipo de cuestiones se celebrará el martes en el inicio de la Liga de Campeones con la visita del Manchester City.

Otra de las opciones que se barajan es el estreno del ghanés Michael Essien, la última incorporación a la plantilla, para acompañar a Xabi Alonso.