Un Manchester United especialmente efectivo arrebató ayer en Anfield los tres puntos a un Liverpool (1-2) que queda hundido en la tabla después de que los diablos rojos aprovecharan sus pocas llegadas para dejar en nada un gol del inglés Steven Gerrard al inicio del segundo tiempo.

Con el primer disparo entre los tres palos de los de Alex Ferguson, en el minuto 51, Da Silva empató el encuentro ante unos reds que jugaron 50 minutos con diez, y el holandés Robin Van Persie estableció de penalti la ventaja definitiva para los visitantes a diez minutos del final. Tras cinco jornadas el Liverpool queda, con dos puntos, en los puestos de descenso, mientras que los de Ferguson mantienen la segunda posición, al acecho del Chelsea, que lidera la clasificación con un punto de ventaja.

El Arsenal y el Manchester City se boicotearon mutuamente al empatar a uno y quedaron ambos fuera de los puestos de la Liga de Campeones. Los excompañeros de Van Persie, liderados esta temporada por el español Santi Cazorla, que se ha adueñado del equipo de Arsène Wenger en apenas un mes, arañaron un empate en el campo del City, que se muestra esta temporada más conservador que el pasado curso.

Reapareció Agüero

La mejor noticia para el City fue el regreso de Sergio Kun Agüero, que había permanecido alejado de los terrenos de juego desde que sufrió una lesión de rodilla el pasado 19 de agosto. El argentino fue titular y jugó 85 minutos hasta que fue sustituido por Balotelli.

El Newcastle, por su parte, supo hacer valer un tanto temprano del senegalés Demba Ba, que ha marcado en tres ocasiones en los dos últimos partidos, para superar por uno a cero a un Norwich que desaprovechó diversas oportunidades para empatar y que todavía no conoce la victoria en la liga este curso. Cerró la jornada el Tottenham del luso André Villas-Boas, que parece comenzar a tomar la medida del equipo londinense, en el que aterrizó este año tras ser destituido el pasado curso del Chelsea. Los spurs aprovecharon el desconcierto del QPR después de meterse un gol en propia puerta (Faurlin, minuto 60), y remontaron con un tanto de Jermain Defoe un encuentro en el que se habían adelantado a la media hora de juego los visitantes gracias al también inglés Bobby Zamora.