Parece preocupado. "Hace cuatro días que no toco el agua y eso es rarísimo para mí". Luis Moya, sin embargo, es ya todo un experto en travesías y aventuras acuáticas. Copiloto de rallies reconvertido en nadador, fue uno de los impulsores de A Coruña 10.000, una prueba que parte de la playa del Orzán para llegar al puerto, un rodeo a la península herculina a través de diez kilómetros que mañana cumple su quinta edición totalmente consolidada con 100 inscritos, una cifra que cuadriplica los 25 de 2008, y 20 de ellos mujeres.

Para el coruñés será la tercera ocasión en la que participa en la bahía herculina. Se nota su experiencia. "El momento más complicado es cuando pasas a la altura de la Torre de Hércules, porque no tienes referencias de dónde están las boyas", revela, aunque dice que el cuerpo no sufre: "El único peligro es la hipotermia, pero para eso están las barcas de seguridad. Levantas la mano y te subes a ellas".

Durante la jornada de hoy, los participantes se reunirán para recibir las últimas instrucciones y los dorsales y mañana a las 09.00 horas se citarán en la playa del Orzán. Todas las previsiones meteorológicas invitan a ser optimistas. El mar permitirá el espectáculo.