La primera vuelta llega a su fin marcada por la Copa del Rey y mientras unos buscan la última plaza en juego y otros ser cabezas de serie, Liceo y Barça siguen a lo suyo, con la lucha por la hegemonía del campeonato. En esta jornada, además, el liderato tiene premio. Quien hoy duerma como primero, será el campeón de invierno. Solo es un título honorífico que a final de temporada no importa nada si no se levanta la copa. Pero para los verdiblancos significa prolongar su dominio una semana más y aumentar sus opciones porque quedará un partido menos. Ninguno de los dos contendientes tiene una jornada fácil, aunque ambos jueguen en casa. El conjunto azulgrana recibe al Igualada, que necesita una carambola, en la que la victoria es la principal premisa, para sellar el billete para Oviedo. A la misma hora -toda la jornada se disputará a las 20.00 horas- pero en el Palacio de Riazor los coruñeses se medirán al Lleida, sorprendente quinto clasificado y que no pierde la esperanza de estar en el sorteo copero en el bombo de los mejores que incluye a los cuatro primeros.

Por matemáticas puras el Liceo tiene más opciones porque llega con dos puntos de ventaja sobre el Barcelona y depende de sí mismo. Puede ser, además, una oportunidad no solo de proclamarse campeón de invierno, sino de ampliar la distancia. El Lleida, aún queriendo ser cabeza de serie, ya tiene el premio gordo y se juega mucho menos que el Igualada en el Palau Blaugrana porque buena parte de los objetivos de la temporada de los arlequinados pasaban por clasificarse para la Copa del Rey y ya le dieron un importante susto al Liceo, que sufrió para ganar por 3-4. El rival de los verdiblancos, no obstante, es peligroso. Nadie contaba con los ilerdense por tratarse de un equipo recién ascendido. Sin hacer ruido, suman 24 puntos, con siete victorias, tres empates y cuatro derrotas -Barcelona, Igualada, Voltregá, estas tres consecutivas en los tres primeros partidos de liga, y Vilanova- y tienen en Lluís Rodero a su puntal ofensivo, con 20 goles, seguido ya de lejos por Carles Trilla, con 10.

La temporada del Lleida sorprende porque desde su inicio el equipo ha tenido que ir superando adversidad tras otra. Primero fue la baja indefinida de David Busquets, con una pericarditis aguda. Después lesiones de jugadores importantes como el goleador Rodero o el susto del accidente de tráfico de Emanuel Necchi, aunque finalmente no tuvo más consecuencias. Ya con la plantilla al completo -salvo Busquets, que sigue con su recuperación-, Albert Folguera avisa de los peligros del Liceo. "Es un equipo que le puede hacer un set a cualquiera en tan solo un minuto. Tenemos que jugar con cabeza y no entrar en su juego", se marca como objetivo el catalán. La tarea se les complica si se miran los números de los verdiblancos como locales. Del Palacio se escaparon cuatro puntos tras dos empates, contra Reus y Barça, y los liceístas tienen el propósito de que no haya más fugas.