La trama de dopaje diseñada por los médicos Eufemiano Fuentes y José Luis Merino Batres estuvo a punto de romperse por una deuda económica, según se desprende de las grabaciones telefónicas intervenidas por la Guardia Civil en mayo de 2006, días antes de que estallara la operación Puerto.

El 20 de mayo, Fuentes le cuenta a Merino que se va a reunir con el Gordo (Manolo Saiz) y le pide que le acompañe a la reunión, precisamente el encuentro que desencadenó las detenciones efectuadas por la Guardia Civil. "Me gustaría que vinieras conmigo e hicieras un esfuerzo. Te doy mi palabra, lo primero que entre es para ti. Se le debe dinero a Manos pequeñas, a Alí Babá y al Bigotes. Con que me traiga lo de mi gente empezamos a hablar. Ha habido un malentendido, doctor", le pide Eufemiano.

A Merino le había llegado la información de que su colega había cobrado un dinero que era para los dos y que no lo había dicho. "Yo nunca he recelado de ti en absoluto, te doy mi palabra de honor. Ese que se meta la lengua por el culo. Veinte años llevamos juntos y nunca he recelado de ti", le contesta el hematólogo. "No me compensa hacerte algo así ni por esos 9.000 euros ni por los 5.000 de los milis. Si trae 5.000 o 10.000, tú te lo llevas, todo hasta 14.000, pero quiero que se lo oigas decir al que lo debe", replica el canario. Posteriormente, en una conversación con su habitual confesor, José Ignacio Labarta, Fuentes le comunica sus dudas respecto al futuro de la trama: "Ahora Obélix (Merino) se me deshace en disculpas, me dice que no quiere perder a su último gran amigo y que igual se precipitó, que incondicionalmente me va a ayudar a acabar el curso escolar y luego ya veremos si vamos a la Universidad". "Me encanta oírlo, pero tiene unos despistes terribles", contesta Labarta sobre Merino, inicialmente imputado en el juicio y posteriormente liberado debido al alzhéimer que sufre.

Dos días antes, Fuentes y Saiz prepararon por teléfono su reunión en Madrid. "Prefiero quedar contigo en persona, el martes, lo arreglamos todos y hablamos lo que haya que hablar", le explica Saiz, a lo que Fuentes le pide: "No cambies de idea".