El alemán Sebastian Vettel, triple campeón del mundo y vencedor este domingo del Gran Premio de Malasia de Fórmula 1, aseguró que no está "muy orgulloso" del triunfo logrado este domingo y que debe "una disculpa a Mark Webberr y a todo el equipo".

"Pido perdón a Mark (Webber). Él estaba intentando conservar el coche y los neumáticos y yo tomé la decisión de adelantarlo cuando lo estaba haciendo. No debería haberlo hecho", dijo Vettel tras el gran premio.

"No me importa la crítica, pero debo una explicación a Mark y a todo el equipo. Es un triunfo del que no estoy muy orgulloso. Debería ser Mark el que estuviera en lo alto del podio", apuntó piloto alemán.

El director de Red Bull, Christian Horner, cree que la pelea "fue una situación incómoda para la escudería" y recordó a Vettel "que en la Fórmula 1 hay dos campeonatos: el de pilotos y el de constructores".

"Fue una situación incómoda para nosotros. Les dimos instrucciones claras de aguantar, pero Sebastian (Vettel) tomó la decisión de irse a por la victoria; él quería ganar", indicó Horner.

"Ambos son muy buenos pilotos y han peleado fuerte entre ellos en varias ocasiones. Es complicado de ver porque al final puedes perder 43 puntos. No olvidemos que en la Fórmula 1 hay dos campeonatos: el de pilotos y el de constructores", concluyó el director de la escudería austríaca.

"Una estupidez",

Vettel atacó a su compañero en carrera después de la segunda pasada por 'boxes' y Webber defendía su liderato, mientras que los oídos de los dos pilotos se hartaban de escuchar a sus jefes, que ordenaban que dejasen de disputarse la primera plaza. En uno de los intentos, los dos Red Bull llegaron a tocarse, sin consecuencias para ninguno.

Finalmente, Vettel le ganaba la posición a Webber y el australiano decidía no intentar recuperar la posición. "Ha sido una estupidez", se escuchaba en la comunicación entre Vettel y su equipo. El alemán no contestaba y rodaba sin obstáculos hacia la victoria.

"No hizo caso"

Por su parte, Webber aseguraba que su compañero no hizo caso a las órdenes de equipo". "Después de la última parada en boxes, el equipo me dijo que la carrera había terminado y que arriesgáramos lo menos posible de cara al final", explicó enfadado el australiano.

"Yo también quiero correr -añadió-, pero Red Bull tomó una decisión que solemos acordar antes de cada carrera, que suele ser la de cuidar los neumáticos y proteger los bólidos".

"Hoy Seb (Vettel) tomó sus propias decisiones y no hizo caso a las órdenes del equipo, pero, como siempre, estará protegido. Siempre sucede lo mismo", apuntó el australiano, de 36 años.

"En el tramo final de la carrera forcé menos el motor y cuidé más los neumáticos, pero ahí empezó la pelea. Estoy decepcionado con el resultado de hoy", concluyó un visiblemente decepcionado Webber.