Caer y volver a levantarse es un lema que muchos utilizan en su día a día para salir adelante, pero en el caso de Víctor Tasende el afán de superación sobrepasa todo tipo de límites. Fue durante el año 2005 cuando el joven coruñés, a sus diecisiete años, sufrió un fuerte accidente en una piscina que le dejó parcialmente tetrapléjico. Hoy, y tras superar miles de obstáculos, Tasende prepara su viaje al Sáhara marroquí para participar en la Milenium Titan Desert con el patrocinio del centro comercial Marineda City -del 28 de abril al 3 de mayo-. "Intentaré dejar el listón muy alto", aseguró ayer durante el acto de presentación.

Con la única compañía de su bicicleta, el deportista herculino pretende recorrer más de 600 kilómetros en el caluroso desierto africano. Un reto que Tasende acoge con un optimismo extraordinario. "Estoy muy motivado porque hemos hecho los deberes bien. Mi idea es disfrutar y conseguir algo más", explicó. Aunque el joven no se atreve a confesar sus expectativas por respeto a los 395 inscritos: "No me aventuro a decir una posición por lo que pueda pasar".

Los entrenamientos han ido según lo esperado a pesar de que hay ciertos aspectos que se escapan de su control. "Hicimos un buen trabajo aunque la orientación es lo que más me preocupa. De todos modos, no suelo descansar y he entrenado desde septiembre con mucha intensidad". Nada le quita el sueño a Víctor Tasende pero analiza una a una las etapas que le esperan a partir del 28 de abril. "El punto de inflexión es la etapa maratón, de 130 kilómetros y sin ninguna facilidad en el campamento", comentó el ciclista coruñés. Por lo que la clave del éxito en esta prueba reside en el trabajo "físico y de cabeza" para dejar a un lado las altas temperaturas desérticas, el miedo y el sentimiento de cansancio.

Este amor por los deportes extremos nació tras sufrir una lesión medular que a punto estuvo de costarle la movilidad. "Siempre estuve vinculado al deporte pero tras el accidente hubo un gran cambio que me hizo progresar deportivamente. Empecé con remo y bádminton, hasta que en septiembre del año pasado me motivó esta prueba y empecé a entrenar", relató Víctor Tasende.

El coruñés ha aprendido de los malos momentos y gracias a ello sabe que "con pasitos pequeños" se pueden conseguir "muchas cosas grandes". Una filosofía de vida que le hace superarse poco a poco. "Cuando volví a casa después de estar en el hospital no podía ni levantar los pies para pisar una alfombra", recordó un Tasende emotivo. Ahora, ya con 25 años, competirá en la complicada Milenium Titan Desert. Pero sus aspiraciones no tienen fin. "No quiero dejarlo aquí. Lo siguiente que quiero hacer es el Iron Man -triatlón de 3.86 kilómetros de natación, 180 kilómetros en bicicleta y otros 42 de maratón-". Con esto deja patente que su vida, como si de una noria se tratase, no dejar de dar vueltas con un único objetivo: cumplir los sueños que se propone.