Desde que se pusieron en marcha en agosto, todos en el Cerceda soñaban con este momento: tener al alcance de la mano el ascenso a la OK Liga. Aunque el hecho en sí era una palabra tabú. Ni nombrarla. En ningún momento quisieron hablar de ello porque otros años, como el anterior, lo habían hecho y el resultado había sido desastroso. Aprendieron de los errores. Se centraron en ir ganando partido a partido, sobre todo al principio de la temporada, para llegar al final bien posicionados. Ahora, cualquiera se pondría en su situación. Son primeros y ya han tenido una oportunidad para atar el regreso a la máxima categoría. Ahora, dependen tan solo de ellos mismos. Si hoy ganan o empatan contra el Alcobendas, el ascenso será matemático. Si pierden, todavía tendrán otra oportunidad en la última jornada, en la que deberían lograr la victoria en la cancha del Sant Cugat. Pero nadie quiere pensar en ello.

No se puede escapar, por más que el Alcobendas, cuarto en la clasificación, sea un rival directo que llega herido, y por tanto es más peligroso, y que esté ante su última oportunidad de seguir en la lucha por las tres primeras posiciones. De hecho, la derrota haría que dijera adiós al objetivo y un empate tampoco sería un buen resultado, ya que tendría que esperar a ver que hacen tanto Tordera como Vilafranca. Los madrileños sí que apostaron desde el inicio por el ascenso. Tienen una plantilla para ello, con un gran portero como Carlos Rodríguez, uno de los mejores de la categoría con permiso del propio Neto, y goleadores de la talla de Carlos Cortijo y Bernabé García, sin olvidarse de un veterano como Moisés Escudero. En la contra son letales, por lo que los rojiblancos tendrán que estar muy atentos y no hacer ningún tipo de concesiones. En el partido de la primera vuelta, la victoria fue para el Alcobendas por 5-1, quizás el peor partido del año de los hombres de Juan Copa, que querrán sacarse la espina.

El momento de forma de los jugadores del Cerceda es su mayor aval, sobre todo como locales, donde solo han dejado escapar dos puntos con el empate contra el Manlleu. El espíritu competitivo del equipo les permitirá rendir al 150% para intentar cerrar un ascenso que en el club persiguen desde el mismo momento en que perdieron la categoría en 2010. Neto es un seguro en la portería mientras que sus compañeros presionan para que los rivales no lleguen hasta sus dominios y la calidad de Torres, José Ramón y Payero decide arriba. Un producto que es sinónimo de éxito.