El hockey sobre patines nacional sufre un cambio de ciclo. Pasa del color azulgrana al verdiblanco. El acento gallego recupera fuerza a nivel nacional. La hegemonía en el Viejo Continente era una constante, pero quedaba refrendar esa superioridad en el territorio ibérico. Esa era una de las metas de un Coinasa Liceo que cuajó una temporada brillante. El equipo coruñés, que no pudo romper su maldición en la Copa del Rey, sí resquebrajó el gafe en la competición doméstica.

La empresa no fue fácil. El cuadro verdiblanco llegaba a Lleida dependiendo de sí mismo. El FC Barcelona, por su parte, continuaba a rebufo. Su meta no era otra que vencer al Igualada y esperar un tropiezo del Coinasa Liceo. Los coruñeses viajaban a tierras ilerdenses con las cuentas claras. Un triunfo en el 11 de septiembre sellaba el título. Así de fácil. El equipo herculino comenzó serio, pero a medida que transcurría el reloj se notaba la presión. La tensión relucía. En juego estaba ser el campeón de la OK Liga.

Jordi Bargalló adelantó a los visitantes. El tanto del catalán allanaba el camino hacia el título. Lucas Ordóñez aumentaba la ventaja. El Coinasa Liceo cumplía a la perfección su rol. En Igualada, el FC Barcelona no hacía los deberes. Sin embargo, en el segundo período cambiarían las tornas. El conjunto azulgrana remontaría el resultado adverso y acabaría cerrando la competición con un triunfo. El Lleida, por su parte, también reaccionaba. Lograba neutralizar los dos goles herculinos. Fue cuando afloraron los nervios. El título, la corona de campeón era, en esos momentos, para el Barça.

Con el empate a dos apareció la épica. Lucas Ordóñez volvió a adelantar al Coinasa Liceo. El partido ya estaba en su recta final. Ser campeón o no ya era una cuestión de pequeños detalles. El argentino se convertía nuevamente en protagonista al ser el autor del gol del Lleida. La balanza volvía a estar equilibrada. El partido de Igualada terminaba. El FC Barcelona esperaba el desenlace en el 11 del Septiembre. Ese resultado le beneficiaba. Sin embargo, Josep Lamas fue el encargado de dar un golpe de timón a la historia reciente del hockey sobre patines. Su gol permite al Liceo levantar de nuevo la Liga tras dos décadas de sequía y cuatro subcampeonatos seguidos. Este año el equipo de Carlos Gil no se podía quedar de nuevo a las puertas. El deporte no podía ser tan injusto con el club más laureado del deporte gallego.

El cuadro verdiblanco suma un nuevo título a su glorioso palmarés. Una liga que no estuvo exenta de sufrimiento. De hecho, tras el gol prácticamente sobre la bocina de Josep Lamas tocó sufrir. El Lleida rozó el empate, pero una gran intervención de Xavi Mailán evitó que la OK Liga se quedase otro año en Cataluña. El Liceo ha conquistado su Séptima. El equipo de Carlos Gil vuelve a demostrar, una temporada más, que no tiene límites.