Una catedral de principios del siglo XII, italianos apresurados en busca de una pizza y el monte del Gran Sasso en el horizonte. Una escena típica de Teramo, una pequeña localidad del Abruzzo italiano y futura residencia de Yoel García. El pívot herculino, que actualmente milita en el OAR Coruña, abre un paréntesis en su trayectoria profesional para iniciar una aventura al otro lado del Mediterráneo en las filas del Teknoelettronica.

"Me espera algo desconocido y llevo 14 años en el club de siempre. Pero tengo muchísimas ganas de llegar a Italia", explica entusiasmado. El joven, de 24 años, continuará allí sus estudios de Empresariales gracias a una beca Erasmus. Pero siempre hay hueco para su gran pasión, el balonmano. "Busqué por internet los equipos de de Teramo y Pablo (Aguirregabiria) habló con ellos. Llegaré allí el 22 de septiembre y en cuanto me instale empezaré a entrenar", explica.

El cambio asusta, pero a nivel deportivo la exigencia física será parecida a la que desarrolla en la pista del San Francisco Javier. "En Italia el nivel del balonmano es más bajo que en España. Voy a un equipo de Primera División -Serie A- pero nada tiene que ver con la Asobal de aquí", define. Lo cierto es que Yoel García no sabe a ciencia cierta lo que le espera en terreno italiano. "No he visto mucho así que tampoco conozco su juego", añade sin miedo.

Como despedida, el coruñés se enfundó la camiseta blanquiazul y el brazalete de capitán para disputar un torneo ante el Cangas el pasado domingo. "Fue muy emocionante, no sabría explicarlo. Es muy raro marcharse y no recuerdo una despedida de alguien tan joven dentro del club", indica.

La vida deportiva de Yoel siempre ha estado vinculada al conjunto oarista. Comenzó a correr por las pistas coruñesas con un balón en la mano en el año 2000 y, desde entonces, su corazón está dónde esté el OAR. "Aquí me he criado. Cuando era pequeño, vivía al lado de donde entrenamos y tenía muchísima relación con los jugadores de todas las categorías. Tengo mucho amor por este equipo".

Tras 14 años de éxitos y fracasos, Yoel García cambia de equipo -y de rivales- con su actual club siempre presente. "Para mi el OAR es algo más que un club. Mi familia. Sé que siempre van a estar ahí para ayudarme, más allá del balonmano, en cualquier problema que tenga", confirma. Además, la experiencia en Teramo tiene fecha de caducidad. "Es corto. En un año estaré de vuelta y sé que el OAR estará esperando".

Toda despedida trae consigo matices de tristeza, pero el deseo de conocer algo nuevo hacen que el coruñés quiera subirse cuanto antes al avión destino Italia. "Tengo muchas ganas de una nueva experiencia aunque sé que echaré mucho de menos esto", finaliza.