Poco le importan al Zalaeta los obstáculos que aparezcan en su camino. Su objetivo es asentarse en la zona alta de la clasificación. Y lo está cumpliendo a raja tabla. Ahora ocupa la cuarta plaza, pero siempre mirando hacia arriba. Las ausencias por lesión de Lydia Alonso y Patricia Suárez, columna vertebral a nivel ofensivo de la plantilla coruñesa, han dado paso a las juveniles. "La principal beneficiada es Alba, junto con Andrea, Patricia y Sara. Esto es lo más positivo, están respondiendo muy bien", confirma el técnico Jorge Barrero, que también alaba las actuaciones de las ya veteranas Rocío y Sheila.

Y es que los resultados hablan por si solos. En los últimos tres partidos -los tres a domicilio-, el Zalaeta sacó dos victorias y una derrota, aunque de esta última arañó un punto. Un balance más que positivo. "En Tenerife lo teníamos ganado y acabamos bajando el nivel, en Soria tuvimos un partido muy malo pero encontramos a un rival peor; y en Leganés fuimos muy regulares. Estoy contento", añade.

Los esquemas de Barrero han cambiado y lo que ahora busca es "repartir el ataque". "Además, tenemos que trabajar y estructurar la defensa para ser más compactos. No nos podemos permitir errores". Sus pupilas ya piensan en el siguiente choque. Por fin en casa, en el Barrio de las Flores. "Teníamos ganas de volver a jugar aquí. Sobre todo para no viajar. Jugamos contra el Covadonga, un equipo muy fuerte. Vamos a tener que mejorar y ver si nos llega para ganarles", asegura el entrenador del Zalaeta.

Pese a que la situación parece que vuelve a la normalidad, con los agujeros tapados, Jorge Barrero no puede evitar pensar en qué pasaría si todas sus jugadoras se encontrasen al 100%. "Si estuviésemos todos sería más sencillo. Ahora nos puede costar pero el equipo trabaja bien. Quizá sin lesiones estaríamos primeras o segundas", dice, a la vez que piensa en el futuro más cercano: "Patricia está en manos de los fisios y cuento con ella para la segunda vuelta. Y también con Lydia". El sol vuelve a brillar.