Al Cerceda-Liceo no le faltó ningún ingrediente de los que se le piden a los derbis: emoción, intensidad, magia, nervios, agresividad, sangre, calidad y suspense hasta el final, con el gol de David Torres a cuarenta segundos del final que decantó un partido que en los instantes finales pudo haber caído de cualquier lado. El guión soñado para una rivalidad que puede marcar una época. Los rojiblancos se olvidaron de su inferioridad y salieron a comerse el mundo. Su hambre sorprendió al campeón de liga, desbordado por el descaro local, desquiciado por las paradas de Willy Domínguez y que se mantuvo en el duelo gracias a la magia de Lucas Ordóñez. Decidió otra genialidad cocinada entre Payero y Torres cuando los corazones de los presentes estaban a punto de colapsar.

La suerte se decantó de bando nada más empezar. A los 59 segundos, José Ramón peleó un rechace en el área hasta que consiguió colar la bola. El Cerceda salió con una marcha más, espoleado por un Payero que en su primer partido de la temporada se encontraba con su exequipo, ante el que tenía mucho que demostrar. También se lucía Willy Domínguez bajo palos. Carlos Gil pidió a sus pupilos que presionasen más arriba, sin dejar tiempo para pensar a los rojiblancos, pero en otra jugada con algo de fortuna volvieron a marcar. Lanzamiento lejano de Payero punteado por José Ramón (2-0).

El Liceo necesitaba una genialidad y llegó de la mano de Lucas Ordóñez. El argentino firmó tres golazos. El primero tras aprovecharse de una pillería. Desde detrás de la portería Toni Pérez picó la bola por encima de la meta y el de San Juan empaló nada más recibir. El partido era intenso y antes del descanso se cumplió el primer ciclo de faltas. Payero ejecutó magistralmente la directa para poner el 3-1, aunque su compatriota respondió acto seguido con una jugada individual marca de la casa. Sin embargo, no pudo conectar la directa a veinte segundos para el descanso que hubiese valido el empate.

El Cerceda siguió con su atrevimiento ante un Liceo demasiado precipitado. David Torres encontró premio a su descaro a pase de Gonzalo, pero el 4-2 sentó mal a los locales. Empezaron a cometer demasiadas faltas y cayeron una directa tras otra. Willy paró a Toni y Lucas, pero no pudo frenar a Josep Lamas, que sacó su mejor repertorio de recortes. También bajó Payero su efectividad. No pudo convertir una directa y Lucas lo aprovechó para empatar. Los diez minutos finales fueron de infarto. La tuvo de directa Josep Lamas, pero la historia ya estaba escrita.