La buena salud de un deporte se mide no solo por las licencias o los equipos en máxima categoría, sino por lo que viene por detrás, es decir, por la base. En A Coruña, el trabajo con las categorías inferiores de hockey sobre patines se hacía básicamente en los colegios, donde tanto Compañía de María como Dominicos, Liceo o Santa María del Mar destacan tanto por calidad como por cantidad, pero desde hace tres años está teniendo una presencia destacada en esta labor la Escuela de la Asociación de Clubes Coruñeses presidida por José Luis Otero. Este curso, con una doble vertiente: una en la ciudad y otra en Oleiros. En total, casi cien enganchados a la causa más que esta Navidad pedirán un stick a los Reyes.

En A Coruña hubo una época en la que todos los niños jugaban al hockey. En la actualidad, los equipos todavía sacan provecho de aquellas generaciones. De momento no hay peligro de que la fuente se agote. La Escuela ha superado todas sus expectativas. Empezó con apenas 20 pequeños de entre 5 y 9 años y en 2013 cerró la inscripción en 58. Los horarios -cuatro días a la semana durante una hora y media-, los pabellones -Polideportiva I de Riazor- y los monitores -el coordinador Álvaro Rodríguez, Jorge González, David Sanjurjo y Antonio González- se quedan cortos. Con el añadido de que una semilla ya ha dado su fruto con el nacimiento de un club nuevo, el Riazor, que ya compite en categoría prebenjamín y benjamín.

En Oleiros también se ha comprobado que había ganas de hockey. En el primer año de vida de la Escuela hay lista de espera para poder apuntarse a la actividad. Son 41 niños a las órdenes de Josep Sellas (coordinador), Miriam de la Fuente y David Sanjurjo. "Oleiros dará mucho que hablar", insiste José Luis Otero. "No creo que tarden mucho en formar un club, si no es este año será al siguiente, porque lo tienen todo a favor: niños, el apoyo del Ayuntamiento -que facilita todo el material menos los patines- y unas instalaciones, las del colegio de A Rabadeira, espectaculares", añade. Otero está contento de los éxitos de la Escuela pese a que el crecimiento de la demanda les suponga nuevos retos. "Necesitamos más horas, y los pabellones son los que son, y más monitores y y para eso la Federación Gallega tiene que poner en marcha más cursos. Pero ojalá tengamos este problema durante mucho tiempo", desea.