Las Palmas y Numancia igualaron sin goles en un partido insulso que acabó con tres expulsados, dos en los locales, y una pañolada final de la afición que no ve ganar a su equipo en casa desde noviembre, y que alimenta las dudas sobre la continuidad del entrenador, Sergio Lobera.

Poco fútbol demostraron desde la primera parte un equipo, el local, atenazado por su necesidad, y otro visitante muy conformista que no tuvo fluidez para intentar hacer sangre el día en que el técnico local se jugaba su puesto. Aunque a un ritmo lento, fueron los amarillos quienes intentaron enlazar jugadas, particularmente cuando entraba en contacto con el balón Juan Carlos Valerón, el único futbolista que parece entender que los pases hay que darlos con ventaja para el receptor. Sin embargo, Las Palmas fue incapaz de marcar y se tuvo que conformar con un punto.