Un póquer de campeonas al servicio de casi veinticinco jóvenes promesas coruñesas. Las jugadoras Marta Soler, María Díez, María Fernández y Anna Casarramona -apoyadas por Silvia González, exjugadora del INEF y exseleccionadora gallega- imparten en Monte Alto las primeras Jornadas de Tecnificación, impulsadas por el Borbolla y Emalcsa. Entre las cuatro acumulan dos títulos mundiales, seis de Europa, nueve Champions, cinco OK Ligas y cuatro Copas de la Reina. Maestras de lujo para que las niñas vean hasta dónde pueden llegar con dedicación y esfuerzo, pero también un ejercicio de terapia para reivindicar el valor del hockey sobre patines femenino.

"Todas somos espartanas", dice Marta Soler, capitana de la selección española de 2006 a 2013, en referencia al Alcorcón, reciente campeón de la Copa de Europa con jugadoras que no cobran por jugar. "Las que estamos en el hockey es porque nos gusta mucho porque nos han puesto muchas barreras", continúa. "Entrenamos a las peores horas, en los huecos que no quiere nadie", replica Anna Casarramona, del Manlleu. "Y muchas veces los clubes ponen al entrenador que sobra para el equipo femenino", aporta María Fernández Pulgui. "Y eso que las chicas entrenamos cuatro días igual que los chicos", añade María Díez, del Hostelcur Gijón.

Con todos los inconvenientes, es casi un milagro el progreso del hockey sobre patines femenino. Cataluña, como en el masculino, es la reina y va un paso por delante del resto, aunque Asturias y Madrid poco a poco se han puesto las pilas. Galicia, sin embargo, se ha quedado atrás a pesar de tener dos equipos en la máxima competición nacional como son el Borbolla coruñés y el Traviesas de Vigo. Para equipararse, hace falta mucho trabajo de base y que los clubes empiecen a darle importancia a sus equipos femeninos y que dejen de verlos como un gasto a mayores.

"Hay que trabajar de base y es un trabajo a largo plazo porque ahora el hockey gallego está muy roto. Hay pocos equipos y pocas jugadoras mayores. Pero hay mogollón de pequeñas que empiezan ahora. No es un cambio que se vaya a ver de un día para otro. Es plantar la semilla para que dentro de cinco años crezca el árbol", recomienda Soler. "Hay que apoyar a las chicas y al hockey femenino, que los clubes les den la importancia que se merece. Y hace falta mucho trabajo y mucha constancia", dice, por su parte, María Díez. "Deberían buscarse niñas, crear equipos, hacer torneos, apuntarse en la OK Liga femenina si se clasificación... así todo irá rodado porque que haya más jugadoras hará que haya más nivel y eso que también haya más público... pero el primer paso es que haya interés y trabajo", señala de nuevo Soler.

Como símbolo de ese primer paso nacen estas primeras Jornadas de Tecnificación, destinadas a niñas de hasta once años. "Les enseñaremos sobre todo patín, conducción... las cosas básicas. Y que se toman las cosas con muchas ganas para que cojan la ilusión para disfrutar del hockey", señala Casarramona. "Otro objetivo es que se acostumbren a intensidad en los entrenamientos y al esfuerzo. Pero también que lo pasen bien y que conozcan a niñas de otros clubes", añade Soler. "Les intentamos transmitir valores a través del hockey", completa María Diez, a lo que Pulgui pone la guinda final: "Queremos que le den importante al hockey y que empiecen ellas mismas por darse importancia".