Se quedó fuera, no sin polémica, de la selección española sub 23 que disputa desde ayer la Copa Latina, pero eso permitirá a David Torres (A Coruña, 1994) estar junto a sus compañeros del Cerceda en el sector de clasificación para el Campeonato de España júnior que empieza hoy. El pase al Nacional pondría la guinda a los resultados de una prolífica generación que él lidera.

-¿Sería un fracaso no clasificarse para el Nacional?

-Tendría que decir que no, pero personalmente sería una decepción porque ya son muchos años seguidos y quedarte fuera el último... Lo vamos a dar absolutamente todo porque tenemos esa motivación y es en casa, otro aliciente más.

-¿Sigue triste por haberse quedado fuera de la selección o no hay mal que por bien no venga y así puede ir al sector?

-Siempre estás ahí pendiente de si te eligen o no, pero iba a ser mi último sector con los compañeros de toda la vida. Me daba pena perdérmelo así que por un lado, encantado de jugar el último sector con ellos aunque por otro esté triste, bueno, esa no es la palabra. Para mí la selección no es un objetivo, es un premio. Y ya he tenido muchos premios. Sería absurdo estar triste por eso con todo lo que estoy viviendo con el Cerceda en la OK Liga.

-Mucha gente se extrañó de que su nombre no estuviese en la lista para la Copa Latina.

-Cuando dieron la lista, lo primero que hice fue mandarles un mensaje a mis colegas de la selección para felicitarles y ellos me contestaron que estaban sorprendidos y que yo tenía que estar allí. Es bonito que la gente se queje por ti. Me gustó mucho.

-Paüls le conoce bien.

-Estuve unos cuantos años con él. Pero no hay que tomárselo por el lado personal. Él escogió a los que él creía que eran los diez mejores y hay que aceptarlo. Pero a mí me sorprendió más por Gonzalo (Pérez). Va de pichichi de los sub 23 y está haciendo un gran año.

-También usted. Debutó en la OK Liga y parece que lleva toda la vida. ¿Cómo lo vivió?

-Para mí el salto más grande fue empezar a jugar en Primera. Para el equipo ha sido una sorpresa positiva el hecho de ver qué bien nos desenvolvemos. Parece que llevamos toda la vida en la OK Liga.

-¿Pueden soñar con Europa?

-Sí y lo digo sin miedo. Antes pensábamos en la permanencia, pero ahora mismo ya la tenemos y quiero ir a Europa. Al ganar la CERS el Noia, y si gana un español la Liga Europea, podría haber diez plazas europeas. Así que sí, soñamos con la CERS claramente.

-¿Qué nota le pone al equipo?

-Un diez. Podríamos haber ganado más partidos, podríamos haber marcado más goles, defendido mejor... pero analizando toda la situación y viendo la actuación que hemos hecho, nos podría un diez por el esfuerzo de cada uno.

-Algo tendrán que mejorar.

-Todo. El equipo tiene que seguir así, pero hay que gestionar mejor los partidos, salir igual de fuerte que contra los grandes con el resto y mejorar un poco fuera.

-No vienen de jugar su mejor partido (11-4 contra el Liceo).

-Quizás tuve peor sentimiento en Voltregá, cuando perdimos 6-2 y me quedó mal cuerpo porque creí que no lo habíamos dado todo, que podríamos haber hecho mucho más. El Liceo... es que son muy buenos. Nosotros llegamos sin que fuera nuestro objetivo y sin estar en nuestro mejor momento, ellos en cambio se estaban preparando para los cuartos de Champions contra el Porto y venían muy fuertes. Nos barrieron.

-Y tenían ganas de revancha.

-Celebraron el noveno gol como si fuera el de la victoria. Perdieron contra nosotros en un derbi con un gol en el último minuto. Un poco de pique tenía que haber.

-¿Ese gol contra el Liceo fue su mejor momento del año?

-Sin duda. El pabellón estaba a abarrotar, el ambiente era precioso, el partido súper chulo... y tuve la suerte de tocar esa última bola. Creo que fue el mejor momento de mi carrera. Fue decir: '¡Dios, lo que acabamos de hacer!'.