¿Quién acompañará a Nibali en el podio de París? Esa fue la pregunta de debate en la segunda jornada de descanso en el Tour de Francia. La carrera entra en Pirineos con el italiano de jefe absoluto, en butaca preferente, como espectador de la lucha por los escalones secundarios.

Se anuncia batalla en Pirineos. Alejandro Valverde, de 34 años, no se conforma con ser segundo y espera el fallo del italiano, y "los chavalillos", los franceses Bardet y Pinot y el americano Van Garderen, huelen el podio y se convertirán en depredadores en los puertos de la cordillera.

Nibali es el jefe por méritos propios y camina firme para entrar en el selecto grupo de los campeones que han ganado Tour, Giro y Vuelta, junto a Anquetil, Merckx, Gimondi, Hinault y Contador. Una versión ambiciosa, con tres triunfos de etapa, beneficiado por las retiradas de Froome y Contador.

Fue el mejor en el pavés, Vosgos y Alpes. Disputa su Tour, su liga, ajeno a la pelea por las otras plazas del podio. Salvo pájara monumental o caída, Nibali tendrá un camino de rosas hasta París, pero no se fía. "Quedan etapas difíciles. Tendré que controlar las etapas, estar vigilante y evitar las caídas. Sería un error pensar que ya he ganado el Tour. El Tour se gana en París".

Valverde sale en la pole para los puestos secundarios del podio. Segundo, a 4.37 de Nibali, el murciano tiene la última ocasión para lograr un puesto de honor en el Tour. El murciano no renuncia a aprovechar algún momento de debilidad del tiburón. "La idea es hacer tres días buenos en Pirineos. El equipo y yo estamos bien, no me rindo e iré a por todas". "Ahora soy segundo, pero hay que aspirar a más, no conformarse", aseguró.

El tiempo perdido por Valverde en Risoul plantea dudas en vísperas de los Pirineos, donde tendrá que defender su plaza sin depender de la última contrarreloj, en la que el americano es superior, aspecto que admite el murciano.

Romain Bardet (Ag2r) es tercero a 4.50 minutos. A sus 23 años representa la ilusión del ciclismo francés junto a Thibau Pinot (Francaise), un año mayor, cuarto a 5.06. Ambos deberán pasar la prueba de la montaña, y en la crono no deben ser superiores a Valverde.

Van Garderen aparece quinto a 5.49. Otra esperanza sin concretar, que ya fue quinto en 2012 y está pendiente de confirmarse con un gran resultado. También tiene su oportunidad. Si salva los Pirineos como los Alpes, entre los primeros, puede rematar en la cronometrada del sábado.

La lucha por los dos puestos que escolten a Nibali en París no será el único aliciente de la semana que resta de un Tour que quedó huérfano de favoritos con las retiradas de Chris Froome y Alberto Contador.

Por el maillot de la montaña luchará Purito Rodríguez, actual líder, contra el polaco Rafal Majka y el propio Vincenzo Nibali, quien, si disputa las etapas pirenaicas, se llevará sin problema la prenda de puntos rojos que anhela el catalán.

Llegan los Pirineos. Tres jornadas para la confirmación del líder y para las ilusiones de otros. Para empezar hoy se disputará la jornada más larga con el Aspet y el Port de Balés, con final en descenso hacia Bagneres de Luchon.