Tras romperse los huesos propios de la nariz, el liceísta Oriol Vives está pendiente de que le proporcionen una máscara facial para volver a los entrenamientos y poder jugar. Espera no tener que perderse la Supercopa de España de dentro de dos semanas como ya tuvo que causar baja el sábado de su estreno con el Liceo en el Palacio de los Deportes de Riazor -tampoco pudo participar en el entrenamiento de ayer-. Lo suyo fue mala suerte porque tras varios rechaces, su nariz fue la diana de una bola en el entrenamiento del viernes previo al Teresa Herrera. Sí bajó a la pista y posó con su nueva camiseta, pero después le tocó volver a cambiarse y ver la victoria de sus compañeros frente al Valongo desde la distancia.

"Estoy esperando que llegue una máscara para volver a entrenar con normalidad", responde con el habla todavía un poco gangosa por culpa del dolor de nariz. "Espero no tener que perderme la Supercopa, en principio creo que no me la perderé, pero sin máscara no puedo entrenar ni jugar", continúa. "Fue una pena que fuera justo un día antes del partido de presentación, pero estas cosas nunca sabes cuando vienen. Casi prefiero que sea ahora, que aún quedan dos semanas para la Supercopa y tres para el debut liguero", comenta. "Ahora tengo que respetar el tiempo de baja e intentar ponerme bueno lo más rápido posible para ayudar a mis compañeros".

Vives reconoce que hasta ese momento "todo estaba yendo perfecto" en la pretemporada con el Liceo y que tanto la adaptación al estilo de juego de Carlos Gil como a los nuevos compañeros va por el buen camino. "Los jugadores lo ponen muy fácil y en el caso del entrenador, tiene un sistema de juego muy definido y somos Pau (Bargalló) y yo, que somos los nuevos, los que tenemos que integrarnos en él. Y estamos en ello", analiza. "Aprendemos mucho de los compañeros que llevan más años aquí", añade. Sobre ellos dice que "ya los conocía" a todos como rivales de las temporadas pasadas, "Son grandes jugadores y es un premio estar aquí y aprender de ellos porque puedo mejorar día a día", sentencia.

En apenas dos semanas, los verdiblancos disputarán su primer partido oficial de la temporada (13 de septiembre) en las semifinales de la Supercopa, que los enfrenta al Vendrell, campeón de la Copa del Rey. "Vamos con la intención de ganar, pero primero tenemos que pensar en las semifinales y después ya se verá", explica. "El Vendrell se ha reforzado muy bien -pese a que perdió a su entrenador, Guillem Cabestany, considerado el culpable de sus recientes éxitos- y no lo va a poner nada fácil", concluye.