Victoria, que en el fondo es lo importante. Aunque la forma no fuera la más brillante. El HockeyGlobal Patín Cerceda consiguió el objetivo de sumar los tres puntos, ponerse con 26 y con un colchón sobre el descenso ya de muchas capas, tantas como para dejar de pensar en la simple permanencia y fijarse metas más ambiciosas como volver a clasificarse para Europa. Pero paso a paso. Porque a los rojiblancos les costó deshacerse del colista Tordera. El típico día tonto que, entre que no te sale una al derecho, cometes errores que te cuestan goles y que el rival tampoco te lo pone fácil, se te complica un partido que parecía destinado a una goleada con el 1-0 a los diez segundos de juego, pero que al descanso ya se veía negro con el 3-3. El paso por vestuarios fue largo. Juan Copa agotó el tiempo estipulado y más para sermonear a los suyos. Lo positivo fue la capacidad inagotable de sufrimiento que muestra su equipo, que se rehizo en el segundo tiempo. No sin trabajo, faceta en la que volvió a destacar Jacobo Mantiñán, que aunque no marque es un jugador siempre necesario. El esfuerzo, sustentado desde la portería por Willy Domínguez, tuvo su recompensa. Llegaron los goles y, con ellos, la victoria.

Y eso que entre que era el colista el que visita el González Laxe y que Grasas, con un tiro ajustado al primer palo, abrió el marcador cuando solo habían pasado diez segundos, se esperaba un festival. Pero se torció cuando en el minuto cinco los colegiados mostraron una rigurosa tarjeta azul al propio Grasas. "Es que el jugador del Mataró se iba hacia su portería, no era una ocasión clara de gol", se quejaba todavía al finalizar el encuentro Juan Copa. No desperdiciaron la directa los catalanes. Bernabé García, con un buen movimiento, arrastró a Willy Domínguez y lo batió por bajo. Pablo Togores y Martín Payero, ambos con disparos desde fuera del área, en el caso del argentino tras un saque de falta, pusieron el 3-1 en un abrir y cerrar de ojos.

Pero el partido seguía sin ser cómodo para los locales. El Tordera había estudiado bien sus movimientos y siempre ponía una barrera de dos jugadores para impedir la entrada por el centro. Además, hacía daño la velocidad de Marçal Cuenca y Berna García. En una internada por la banda, la asistencia fue perfecta para Serra, que solo tuvo que empujar la bola en el segundo palo para hacer el 3-2. Más fácil lo tuvo Cuenca, que se aprovechó de una pérdida de Peli en el centro de la cancha y la indolencia de este para plantarse solo frente a la portería y empatar el duelo.

El Cerceda reaccionó. Había descuidado la defensa, una de sus señas de identidad, quizá por su rol de equipo superior que tenía que volcarse con el ataque. Se reorganizó y mejoró. Mucho más contundente atrás y con la ocasiones sucediéndose en ataque. Las tuvo Mantiñán en varias ocasiones. También Fariza y Payero, que incluso se estrelló contra el palo. Así hasta que por fin Fariza pilló una bola rechazada y con rabia la metió para dentro. Con solo un gol de ventaja la sensación no era de comodidad. Payero falló la directa que podía ser de la sentencia, que fue obra de Gonzalo Pérez, al que le salió una de sus típicas jugadas de pillo dentro del área. La victoria estaba más cerca y se cerró definitivamente cuando Willy Domínguez, a cuatro para el final, detuvo una falta directa a Bernabé García. Punto y final al sufrimiento. Y de partida para soñar.