Liceo y Cerceda abren la edición de 2015 de la Copa del Rey de hockey sobre patines en un derbi a priori desigual, por el historial de cada uno de los clubes y por la trayectoria de cada uno de los equipo en la temporada regular en la OK Liga. Mientras los verdiblancos lucen un palmarés jalonado de triunfos -entre ellos nueves Copa-, los rojiblancos están dando sus primeros pasos como entidad, aunque con un recorrido exitoso a pesar de su escasa edad, como demuestra que participe en este torneo por segundo año consecutivo y que también esta temporada se estrenase en una competición europea, en la Copa de la Cers.

Ese a las diferencias, un derbi siempre iguala a los contendientes. Es la esperanza de los hombres de Juan Copa, que sucumbieron en su cancha en el partido de la liga regular (2-5) en el Pabellón González Laxe, con un marcador que no reflejó el equilibrio que hubo durante el partido. En esta ocasión el entrenador cercedense espera aprovecharse de la debilidades del Liceo, "uno de los mejores equipos del mundo en el juego combinativo", aseguraba ayer Copa a LA OPINIÓN.

El Liceo llega más limitado y con las bajas de Xavi Malián y Pau Bargalló y con un gran desgaste en el resto de los jugadores, pese a todo Gil está convencido de la victoria de los suyos siempre y cuando sepan encarar el encuentro "con humildad". Es conocedor de que en este tipo de partidos influyen sobremanera el aspecto emotivo y la fuerte rivalidad deportiva que existe entre ambos, reforzada cada año por la mejoría que expresa el Cerceda, que es quinto en la clasificación aunque a 25 puntos de distancia del Liceo, que es segundo con 59 puntos, único equipo que está en la lucha con el Barcelona por el título de Liga. De momentos los azulgrana, primeros, tiene una ventaja de dos puntos.