Un año después de la eliminación del Schalke en los octavos de final de la Liga de Campeones por el Madrid, la historia entre ambos clubes se repite. Hace casi 365 días, el cuadro alemán vivió el duelo de vuelta instalado en un pesimismo razonable tras aquel 1-6 imposible de remontar. Ahora, un Schalke parecido afronta del mismo modo su choque en el Santiago Bernabéu.

Pese a que el marcador del duelo de la ida (0-2) es algo más asequible que el de la temporada pasada, Di Matteo y sus hombres no consideran posible una remontada sobre el césped del Bernabéu. O, por lo menos, parece que eso tratan de hacer ver.

"Hemos perdido en la ida 0-2. Es sumamente difícil acometer un partido así y pasar la eliminatoria. Eso va a ser una tarea difícil para nosotros", afirmó Di Matteo.

El técnico italiano, que ya sabe lo que es alzar la copa de campeón cuando dirigió al Chelsea en el curso 2011-12, no se mostró muy optimista durante los once minutos que duró su comparecencia ante los medios de comunicación. Escoltado por el delantero camerunés Choupo-Moting, su discurso no fue nada halagüeño.

Fue el mismo que el de su jugador, que solo respondió a cuatro preguntas y tuvo tiempo de soltar una frase similar a la de su entrenador: "Es difícil valorar la situación. Sabemos que va a ser un partido complicado. Es difícil remontar un 0-2".

Antes de volar a Madrid, tras derrotar 3-1 al Hoffenheim para recuperarse de una serie de malos resultados en la Bundesliga, el centrocampista Max Meyer fue el encargado de dejar claro que remontar en el Santiago Bernabéu es imposible: "No podemos lograrlo, pensar en la clasificación no es realista".

Las declaraciones de los jugadores y del entrenador del Schalke son más pesimistas que las de hace un año del extécnico Jens Keller tras el 1-6. "El Madrid tiene un equipo extraordinario, se ha perdido en casa y no es fácil pasar de ronda", dijo.