Con la derrota del martes en Alcoy, el Liceo dijo adiós a muchas de sus posibilidades de conseguir el título de liga después de que el Barcelona no fallase y pusiese entre ambos una diferencia de cinco puntos. Si todavía quieren meter presión al líder, los coruñeses deberán ganar los cinco choques que les restan, incluido el duelo directo con los azulgranas dentro de dos semanas. Pero para llegar vivos tendrán que imponerse al Igualada, que esta tarde visita Riazor con ganas de hurgar en la herida liceísta.

Después de la doble eliminación en Copa del Rey y Liga Europea a manos del Vic, el cuadro verdiblanco volvió entre semana al torneo doméstico, pero pinchó de nuevo. Un duelo que tuvo de cara se le complicó en la segunda parte, ante un rival que aprovechó el cansancio de los herculinos, muy cargados a esta altura de la temporada debido a las lesiones que sufrieron hombres importantes y a una rotación algo corta. Pero si una cosa tiene el Liceo es que saca fuerzas cuando más flaquean y seguro dará guerra al Barça de aquí al final.

Enfrente estará el Igualada, que en la OK Liga no está respondiendo a las expectativas, es décimo, pero que recientemente se clasificó para la final a cuatro de la Copa CERS. Con jugadores de gran nivel como el meta Elagi Deitg o el goleador Ton Baliú, buscará sacar de Riazor algún punto que le acerque a puestos europeos.