A comienzos de este mes el OAR completó la temporada con un noveno puesto en su grupo de Primera Estatal. Sin perder tiempo, desde ese momento puso la mirada en el siguiente ejercicio y en ello se encuentra. Perfilando un equipo que no solo tendrá como rivales a otras formaciones, sino también a puestos de trabajo y universidades. En el club son conscientes de la importancia de conciliar la vida estudiantil y laboral, un handicap a la hora de conformar un plantel basado en la cantera, como explica Pablo Aguirregabiria.

"Hemos dado una buena imagen, pero sobre todo se valora que muchos jugadores que empezaron hace 10 o 12 años en las escuelas municipales ahora están siendo protagonistas en el primer equipo. Que el grueso del siete inicial sean jugadores de cantera es un orgullo y una satisfacción", razona sobre el curso terminado.

Con respecto al futuro, las sensaciones son positivas pero todavía quedan aspectos por concretar como algunas incorporaciones. Ezequiel Pardales, Alfonso Parga y Pedro Iglesias ya pasaron por el OAR y son objetivos para reforzar la plantilla. "Marcan diferencias, encajan en nuestra filosofía y están pendientes de unos flecos laborales. Trabajo y estudios deben ser compatibles", argumenta Aguirregabiria, que expone la filosofía del club de facilitar el desarrollo de sus jugadores fuera del ámbito deportivo. "Los fichajes dependen de la situación personal y laboral de los jugadores, hay que complementar todo, es un esfuerzo que sabemos valorar" continúa.

Son los principales objetos de deseo del club herculino, que no tapará huecos para la progresión de jóvenes valores como Diego Martínez, que "es clave ahora mismo", Manu López, Miguel Casal o Iago Vidal, quienes "tendrán que luchar por su espacio pero ya han demostrado poder pasar el filtro de estar con los mayores". El técnico sí pide una cosa para la próxima campaña y es tener un grupo un poco más extenso, ya que la pasada sufrieron cuando hubo bajas.

Con estas pinceladas, el OAR aspira a dar un paso hacia adelante y "seguir la estela" de equipos como el Cisne, que consiguió el ascenso, o el Atlético Novás, que estuvo a punto de hacer lo propio. "Estamos muy cerca de lograr que el equipo esté totalmente conjuntado, los fichajes ya han pasado todos por aquí", apunta.

A nivel personal, Pablo Aguirregabiria afronta el reto de dirigir al club coruñés por decimoséptima temporada consecutiva: "El único problema es que empecé muy pronto, con 20 años. Estoy en el mejor momento de dominio, control de la situación y madurez. Es más importante invertir en el futuro aunque suponga perder un partido. Es la misma filosofía de la junta directiva y vamos de la mano, pensando en el trabajo diario."