Stan Wawrinka conquistó ayer su segundo grande tras imponerse al número uno del mundo, Novak Djokovic. "Jugar contra Novak es un gran reto, he hecho el partido de mi vida, todavía no me lo creo, estoy temblando, estoy muy feliz", dijo el suizo desde la pista.

Wawrinka tuvo también palabras para su rival, al que deseó "que algún día gane este torneo porque es un inmenso campeón". "Tengo mucho respeto por él y por su equipo. Lleva el tenis a un gran nivel, algún día ganará Roland Garros, al menos lo merece", confesó el suizo, que besó su nuevo trofeo.

El flamante ganador de Roland Garros se acordó en la ceremonia de entrega de trofeos de su entrenador, el sueco Magnus Norman. "Quiero dedicárselo especialmente a Magnus, que perdió la final como jugador y dos veces como entrenador. Al menos esta vez la has ganado", aseguró el jugador que sumó su segundo Grand Slam, tras el Abierto de Australia de 2014.