Vivió y sintió el hockey gallego, el asturiano y el catalán en primera persona, pero Juan Fariza (A Coruña, 1985) no se pone límites y a partir de agosto comienza una nueva aventura fuera de España, en el Valdagno italiano. Aunque le cuesta decir adiós al Cerceda, donde después de tres años deja "un montón de buenos amigos", por fin puede sacarse esa espinita de jugar en otro país. Una decisión que, según dice, le "da pena" pero que es la correcta.

-¿Qué le anima para irse a jugar a Italia?

-A mí siempre me había gustado la idea de conocer el hockey italiano y dentro de poco cumplo 30 años, así que es ahora o nunca. No me lo pensé mucho, en cuanto recibí la llamada y cumplieron las condiciones que yo pedía, decidí hacer las maletas.

-¿Pidió opinión a algún compañero?

-Hablé con Pablo Cancela -juega en el Forte dei Marmi- y también con Juan José (López), que estuvo en el Valdagno la temporada pasada. Me dijeron que era una experiencia que vale la pena. Me apetece un cambio, salir a ver otro hockey y seguir creciendo como jugador.

-Se trata de su primera experiencia en el extranjero, ¿cómo la afronta?

-Me apetece mucho. Cuando me volví de Cataluña -militó en el Sant Feliu dos años- siempre me había quedado ahí lo de irme a jugar al extranjero. Gracias a estos tres años en Cerceda, en los que hemos tenido éxito y pudimos cumplir los objetivos, me ha salido la oportunidad de irme en condiciones y no a cualquier equipo. Estoy muy ilusionado.

-¿Qué sabe de su nuevo club, el Valdagno?

-Es un equipo que lleva mucho tiempo entre los mejores de Europa, este año ha reducido un poco el presupuesto y ha cambiado algunos de sus jugadores. Los objetivos quizá no sean tan ambiciosos como en años anteriores pero la idea que tienen es volver a reconstruir el equipo y empezar otra vez. Han confiado en mí para eso y estoy muy contento.

-¿Ya ha empezado a estudiar italiano?

-Me he agenciado un par de libros porque la verdad es que no tengo ni idea, de momento. Creo que el primer mes me costará entenderlo y tardaré un par de meses en hablarlo. Parece que no es muy complicado.

-Por otra parte le toca decir adiós al Cerceda, en el que ha estado tres cursos, ¿es dura la despedida?

-Sí, me da mucha pena. Teníamos un equipo en el que la mayoría de los jugadores llevábamos bastante tiempo juntos y ya jugábamos, incluso, de memoria. Disfrutábamos muchísimo juntos. Pero la decisión de irme es más enfocada a conocer otro hockey y también viajar un poco... A veces hay que tomar decisiones que te dan un poco de pena.

-¿Cómo definiría su paso por el equipo que dirige el técnico Juan Copa?

-Inmejorable. Jugué mis primeras dos temporadas en OK Liga y en tres años conseguimos un ascenso y también clasificarnos para la Copa del Rey y la Copa CERS. La verdad es que cuando fiché ni en mis mejores sueños pensaba que íbamos a conseguir todo eso.

-¿Qué se lleva de estos últimos años?

-Un montón de buenos amigos y gente a la que tengo mucho cariño y me ha tratado muy bien. El Cerceda es el club en el que más años seguidos he estado y también en el que más he crecido como jugador. Pero, sobre todo, en el que más he disfrutado del hockey sobre patines.