La siempre peligrosa Italia, liderada desde el banquillo por un Antonio Conte que no conoce la derrota en partido oficial desde que llegara al cargo de seleccionador en agosto de 2014, será el rival de más entidad al que tendrá que enfrentarse España en su camino hacia el Mundial de Rusia 2018.

La suerte, pues, le ha sido esquiva en esta ocasión al combinado que dirige Vicente del Bosque, ya que tendrá enfrente a un contrario de gran entidad en la lucha por el primer puesto del grupo.

La roja, sin embargo, tiene motivos para el optimismo ya que en los enfrentamientos previos el balance es positivo. Más allá de la victoria por 1-0 en el último duelo de carácter amistoso, los italianos han sido víctimas de esta generación de futbolistas españoles en la Copa Confederaciones y en la Eurocopa.

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Por lo que respecta al resto de equipos, el combinado nacional es a priori favorito contra todos ellos, si bien es cierto que Albania o Israel están experimentando una mejoría en los últimos años que podría permitirles disputar un gran torneo.

De hecho ambos apuran sus opciones de estar presentes en la próxima Eurocopa de Francia después de cosechar en la fase de clasificación victorias meritorias como el 3-0 de los israelíes contra Bosnia o el 0-1 de Albania frente a Portugal.

Con Macedonia hay menos capacidad de sorpresa ya que es un enemigo reciente al estar en el mismo grupo de clasificación para la cita gala del 2016. Los dos conjuntos volverán a verse las caras en septiembre pero en la primera vuelta, España se impuso en Valencia por 5-1 con goles de Ramos, Alcácer, Busquets, Silva y Pedro.

En el caso de Liechtenstein se antoja un enemigo más asequible puesto que, en los seis cruces previos entre ambos, España tiene pleno de victorias contra ellos y no ha encajado un solo tanto anotando veintitrés.

Más complicado que los pupilos de Vicente del Bosque lo tendrán franceses y holandeses, que además de cruzarse entre ellos han ido a coincidir con la Suecia de Zlatan Ibrahimovic. Les acompañarán en la aventura Bulgaria, Bielorrusia y Luxemburgo. Es el Grupo A, sin duda, el grupo de la muerte de esta fase de clasificación.

En el caso de Alemania, arrancará la defensa del título conquistado en Brasil de forma más bien tranquila. República Checa, Irlanda del Norte, Noruega, Azerbaiyán y San Marino podrían darle algún susto pero difícilmente le competirán el primer puesto si los germanos están a su mejor nivel.

La igualdad será mayor entre los dos principales candidatos a liderar el grupo B, Portugal y Suiza. Intentarán sorprenderles partiendo de una posición secundaria Hungría, Islas Feroe, Letonia y Andorra.

Abiertos se antojan también los grupos D y E. En el primero el galés Gareth Bale intentará ganarse a pulso un lugar en su primer Mundial jugando contra selecciones parejas en nivel como Austria, Serbia o República de Irlanda. En el segundo de ellos Rumanía, cabeza de serie, afrontará duelos interesantes frente a rivales como Dinamarca, Montenegro, Polonia o Armenia.

En el caso de Inglaterra vivirá un cruce de gran rivalidad ante Escocia y tratará de anular a la sorprendente Eslovaquia, líder del grupo de España en la fase de clasificación para la Eurocopa de Francia 2016.

Además habrá dos grupos de solo cinco equipos, en los que un tropiezo puede dar mayores quebraderos de cabeza al que lo sufra. La talentosa Bélgica deberá hacer valer su calidad sobre Bosnia o Grecia. Por su parte Croacia, Islandia, Ucrania y Turquía vivirán intensas batallas con final casi impredecible.