El féretro con los restos mortales del piloto Dani Rivas llegó ayer pasadas las once de la mañana al pabellón de Reibón (Moaña, Pontevedra), donde se instaló su capilla ardiente. Alrededor de una veintena de motoristas esperaron al coche fúnebre a la salida del puente de Rande, y desde allí lo escoltaron hasta el pabellón, en donde amigos y familiares esperaban el cuerpo del piloto. A primera hora de la tarde, se abrió la capilla ardiente para que los familiares pudiesen recibirlo en la intimidad. El funeral, de cuerpo presente, será hoy a las cuatro y media de la tarde. Dani Rivas falleció el pasado día 19 de julio en un accidente acaecido en el circuito estadounidense de Laguna Seca.