Jessica Vall consiguió la medalla de bronce en los 200 braza en los Mundiales de natación tras firmar un crono de 2:22.76, que es nuevo récord de España, y compartir la tercera plaza del cajón con otras dos nadadoras más. Vall logró así la tercera medalla española, tras las de Ona Carbonell en sincronizada.

La catalana compartió la tercera plaza con la danesa Rikke Moller Pedersen y la china Shi Jinglin. El oro fue para la japonesa Kanako Watanabe (2:21.15) y la plata para la estadounidense Micah Lawrence (2:22.44).

La española hizo una carrera de menos a más. Nadó los primeros 50 en 32.93 para ser sexta; era séptima en el paso por los 100 (1:09.59) y última antes de empezar el último 50 (1:47.19).

Sin embargo, en el último 50, Vall hizo 35.57 para ser la más rápida de las ocho finalistas y conquistar la medalla de bronce, la primera de España en las pruebas de piscina en este Mundial.

La estrella de la jornada

Se llama Alzain Tareq, tiene 10 años, es de Bahréin y ayer vivió su día de gloria en los Mundiales de Natación, donde compitió en los 50 mariposa y se convirtió, sin duda, en la estrella mediática de la jornada.

Tareq tardó 41.13 segundos en cubrir la distancia, 15.70 segundos más que la sueca Sara Sjöstrom, que marcó el mejor tiempo, pero la niña no estaba aquí para ganar.

Enfundada en su bañador de dos tonalidades azul, gorro negro que escondía un moño y gafas de nadar rosas. A las 9:54 allí estaba, subida en el poyete de la calle número 2. Miró a su izquierda donde estaba Sonia Aktar (Bangladesh), levantó la vista y se concentró en la carrera.