El Liverpool ha arrancado la Premier League con una balsámica victoria por la mínima (0-1) gracias a un golazo del brasileño Coutinho a falta de cinco minutos del final mientras que el Arsenal, una semana después de alzarse con la Community Shield, se ha rendido a la calidad de Dimitri Payet para que el West Ham United se llevara los tres puntos del Emirates Stadium.

No propuso absolutamente nada el Liverpool en el Britannia Stadium frente a un Stoke City que tampoco puso de su parte para ofrecer un buen espectáculo. Los reds, que regresaban al estadio en el que sufrieron la peor humillación de toda su historia durante la despedida de Steven Gerrard, fueron un equipo esperpéntico, conformista y al que le queda muchísimo trabajo por delante si pretende cumplir los objetivos en el mes de mayo.

De nada le ha servido al Liverpool los más de cien millones de euros que ha gastado en el mercado de fichajes para mejorar su imagen en su estreno.

Solo hace siete días el guardameta Petr Cech demostraba contra el Chelsea, equipo en el que militó durante once temporadas, en la final de la Community Shield que era la mejor inversión veraniega. Sin embargo, no fue tan exitosa su puesta de largo en el Emirates Stadium, su nueva afición, ya que el checo falló en dos ocasiones que se tradujeron en dos goles que dieron al West Ham el triunfo.