Carolina Marín, flamante bicampeona del mundo de bádminton, señaló que a sus 22 años no tiene límite, y que espera dar guerra hasta el día en que se retire. "El título es una recompensa a todo el sacrificio que hay detrás de mi trabajo día a día para llegar arriba", dijo la onubense, que tres horas después de ganar en la final a la india Saina Nehwal no había tenido tiempo aún para ducharse atendiendo a los medios de comunicación.

"No tengo límites, seguiré luchando por los títulos hasta el día que me retire", comentó Marín, que destacó el trabajo de su equipo, de su entrenador, Fernando Ribas, y de su psicólogo, Pablo del Río, a quienes dedicó el triunfo. "Somos los mejores del mundo y les quiero dar a ellos las gracias, porque gracias a ellos estoy donde estoy", dijo.

La raquetista española, que "llevaba dos meses sin competir por la lesión del pie", fue capaz de dejar a un lado sus preocupaciones, en parte gracias a las conversaciones con su psicólogo.

"La clave ha sido no venirme abajo", dijo Carolina sobre el segundo juego, donde tuvo que superar seis puntos de desventaja ante Nehwal. "Pensé en lo que tenía que hacer, en mejorar y en disfrutar del partido", añadió Marín, que descansará en Ibiza antes de preparar el próximo torneo en Japón.