Mo Farah revalidó entre el fragor de los timbales su título de campeón mundial de 10.000 metros batiendo en la última vuelta a la armada keniana, que se había conjurado para repartirse el trabajo al frente del grupo con la vana esperanza de fulminar al británico. Sin la menor muestra de fatiga en el rostro, Farah fulminó a sus cuatro compañeros de fuga con un ataque largo a 500 metros del final y pese a sufrir un tropezón al toque de campana, terminó venciendo con 27:01:13 después de hacer el último giro en 55 segundos.