Lewis Hamilton (Mercedes) logró ayer ser el más rápido en la clasificación del Gran Premio de Bélgica, undécima prueba del Mundial de Fórmula 1, por delante del alemán Nico Rosberg (Mercedes), segundo, y del finlandés Valtteri Bottas (Williams), tercero, mientras que el español Carlos Sainz (Toro Rosso) fue décimo y Fernando Alonso (McLaren) saldrá desde la última posición.

El periodo vacacional ha sentado de perlas al bicampeón del mundo, que impuso su autoridad a lo largo del fin de semana. Con la primera posición para la carrera en Spa, Hamilton cosecha su décima pole del calendario en once Grandes Premios disputados.

Superado el ecuador de la temporada, las flechas de plata siguen sin encontrar un rival digno en la pista. Ni los Red Bull ni los Ferrari, terriblemente irregulares, fueron capaces de hacer temblar a Mercedes durante la clasificación. Ni siquiera la escudería Force India, que se alzó como una de las gratas sorpresas durante la última sesión de entrenamientos. Sebastian Vettel (Ferrari), noveno clasificado, se quedó solo y sin argumentos para combatir contra los Mercedes.

Carlos Sainz superó el corte gracias a una gran última vuelta para entrar entre los diez mejores y lograr un meritorio décimo puesto en la parrilla de salida.

Fernando Alonso y Jenson Button, no lograron en Bélgica superar el corte de la Q1. El piloto asturiano, que considera a Spa como el anticircuito para las características de su monoplaza, saldrá desde la última posición a pesar de quedar por delante de los dos Manor debido a las penalizaciones por el cambio de motor.