Roger Federer inclinó la balanza a su favor (7-6(1), 6-3) en la final de Cincinnati para sumar su séptimo título en esta cita previa ante Novak Djokovic, quien no pudo conquistar el único Masters 1.000 que le falta.

Tras ceder en su gran objetivo los últimos años, la búsqueda de completar el Grand Slam que no pudo lograr en Roland Garros, Djokovic vio esfumarse otra gesta. El número uno topó con un Federer rejuvenecido.

Con 20 victorias para cada uno, Federer rompió la igualdad en este clásico para levantar título por séptima vez en Cincinnati, el quinto de la temporada, 87º de su carrera. La leyenda suiza llegó fresca a la última cita antes del US Open y se deshizo de un Nole tocado y muy exigido en las dos últimas semanas.

Ya el pasado domingo Andy Murray le arrebató el que hubiera sido su séptimo título del año en Montreal. Esta vez, un Federer que vuelve a desbancar al escocés en el número dos del mundo se llevó el premio a pesar de los intentos del serbio. Y es que el festival de saque y volea del de Basilea tuvo un nuevo capítulo. El ganador de 17 grandes esperó su momento en la muerte súbita del primer parcial, después de un intercambio de golpes en el que ninguno cedió. En el desempate, Federer plasmó su mejor momento y en el inicio del segundo parcial lo confirmó. Nole no logró guardar su saque y el 3-0 del suizo fue ya media final ganada. El suizo cerró el choque en Cincinnati sin ninguna bola de break en contra.