Lo primero que hizo Teresa Portela al bajarse del barco fue buscar a su familia. David Mascato, su marido, y Naira, su hija, la esperaban detrás de una valla. Pero llegó a ellos. Viendo la escena se encontraba Daniel Brage, su entrenador. Fue solo un instante. La palista de Cangas tenía que someterse al protocolo habitual. Pesar el barco, pasar el control antidopaje y atender a la prensa. Después disfrutó en el tercer cajón del podio. Sus palabras reflejan su gran vocación.
-Un bronce en su regreso a un Mundial y después de ser sexta en el pasado Europeo. ¿Es un balance positivo o esperaba más?
-Un balance positivo, sin duda. Fue duro comenzar la temporada sin tener referencias, ya que en la anterior no competí. Pero poco a poco me fui encontrando mejor. Cogí confianza y ganas y los registros eran buenos. En el Campeonato de Europa comprobé que podría volver a estar entre las mejores. Eso me dio más fuerza para seguir en la lucha.
-Acaba de lograr una plaza olímpica. ¿Es un premio tan grande?
-Realmente era el objetivo. Sin duda. Si después había posibilidades de conquistar una medalla, mejor. Pero ese era el desafío y se cumplió. La medalla también me sabe bien, que conste, pero a Milán venía con la idea de conseguir el pasaporte para los Juegos.
-¿Fue complejo conseguirla?
-Lo primero fue estar entre las ocho primeras. Después era complicado. Había rivales que tenían las mismas opciones e incluso más que yo. Al final las cosas salieron bien. Aquí el viento influye mucho y puede pasar cualquier cosa. Pero después de la semifinal tenía buenas sensaciones.
-¿Hubo alguna clave?
-Hice lo que hago siempre. Pero me encontré cómoda y apreté mucho.
-¿Este resultado le dará una motivación extra para Río?
-Se puede decir que me quita las dudas que tenía. Es importante verse entre las mejores. Quiere decir que algo hice bien. Ahora hay que descansar y pensar en el año que viene.
-Pero primero, a disfrutarla.
-Siempre he dicho y mantengo que voy año a año. Desde que era juvenil. Esa es mi forma de afrontar las cosas. Ya pensaremos en la próxima temporada. Hay tiempo.
-Le tengo que preguntar por la posibilidad de lograr una medalla olímpica. ¿Existe?
-Me gustaría y lucharé por ello. Pero le repito que siempre voy paso a paso. Ya pensaremos en ello con calma cuando llegue el momento.
-¿Tiene buenas sensaciones?
-Ahora mismo las mejores, pero también entrenando. Lo que hacen los buenos resultados es aumentar la confianza.
-A sus 33 años se puede decir que usted es incombustible.
-(Risas) Lo dice usted. Yo solo trato de hacer las cosas lo mejor posible. Es cierto que hay una larga trayectoria deportiva detrás, pero lo importante es mirar al futuro y no preocuparse tanto por la edad.
-Se lo pregunto de otra forma. ¿Se siente un referente?
-Si con estos resultados se promociona el piragüismo, perfecto. Encantada.
-¿Tiene alguna dedicatoria por la medalla en el Mundial?
-A David Mascato, mi marido, a mi hija Naira, a toda mi familia y a también a Daniel Brage, mi entrenador. Entre todos se logran buenos resultados.