Un zurdazo de Thomas Vermaelen a 23 minutos para el final, tras un rechace de Kameni a centro de Luis Suárez, acabó con la resistencia del Málaga en el Camp Nou y dio una trabajada y merecida victoria (1-0) al Barcelona, que anoche saldó una cuenta pendiente con el conjunto andaluz. La temporada pasada, el equipo de Javi Gracia fue el único al que el Barça no pudo ganar. 0-0 en La Rosaleda y 0-1 en el Camp Nou. 180 minutos sin poder hacerle un gol. Ayer, fueron 72 minutos más. Tres cuartos de partido de pura agonía en la que los azulgranas buscaron el tanto de mil y una maneras sin conseguirlo .

Con Iniesta repartiendo regalos a los tres de arriba, el Barcelona fue muy superior desde el primer minuto, pero le faltó precisión en los metros finales para inquietar verdaderamente a Kameni. Y eso que el partido empezó con un gol anulado a Suárez por falta del uruguayo a Angeleri. Y se calentó en la recta final de la primera mitad, cuando Jaime Latre no pitó sendos penaltis por manos de Miguel Torres y un claro derribó de Angeleri a Suárez, cuando éste ya encaraba a Kameni.

Busquets, Messi, Neymar y el propio Suárez intentaron sorprender al meta camerunés, pero la ocasión más clara de los locales en estos cuarenta y cinco primeros minutos fue un cabezazo de Mascherano al travesaño.

El Málaga, bien parapetado atrás, se replegaba con orden e intentaba salir tímidamente a la contra, pero no encontraba efectivos para combinar y el campo se le hacía demasiado largo en cada transición. Así no es de extrañar que la jugada más peligrosa de los visitantes fuera un tiro de sesenta metros de Juankar, que intentó sorprender a Bravo tras recuperar un balón y ver al portero chileno adelantado.

Ese disparo de Juankar, que finalmente no encontró puerta y un remate muy forzado de Cop tras una preciosa asistencia de Amrabat, el jugador más peligroso de su equipo, fue casi lo más destacado de los malacitanos en todo el partido. Sorprendentemente, Javi Gracia quitó a Amrabat y puso a Charles a los nueve minutos de la reanudación, y el Málaga ya no volvió a existir en ataque.

El Barça se adueño definitivamente del choque y puso cerco a la meta visitante, con Iniesta al mando, un Neymar cada vez más incisivo por el flanco izquierdo y la versión más rematadora de Messi. Hasta cinco balones le sacó Kameni al astro argentino en la segunda mitad. La lluvia de remates del crack del Barça fue el preludio del tanto de Vermaelen. El central belga, que se pasó toda la temporada pasada lesionado, se convirtió en el héroe inesperado del partido al marcar el único gol en el minuto 72.