La selección española de baloncesto inicia hoy ante Serbia (18.00 horas, Cuatro) el Eurobasket con el triple objetivo de recobrar el prestigio tras el fiasco de la Copa del Mundo de 2014 jugada en casa, recuperar el trono continental arrebatado hace dos años por Francia y lograr el billete olímpico a Río, algo que solo aseguraría alcanzando la final.

Nueve años después de proclamarse campeona mundial en Japón, la selección apura su época dorada. Campeona continental en 2009 y 2011, el grupo dirigido por Sergio Scariolo y liderado por Pau Gasol se presenta en Berlín, donde disputará la fase de grupos, muy mermada por las bajas de Marc Gasol, Serge Ibaka, Juan Carlos Navarro, José Manuel Calderón, Ricky Rubio y Álex Abrines.

En total, la roja ha cambiado exactamente medio equipo, un total de seis jugadores, además del técnico, respecto a la plantilla que pinchó el año pasado en la Copa del Mundo, donde sucumbió en cuartos de final ante Francia a pesar de su papel de favorita y de jugar en Madrid.

La ausencia de Ibaka, que finalizó la temporada en la NBA lesionado, ha abierto las puertas de la selección absoluta al ala-pívot montenegrino Nikola Mirotic, compañero de Pau Gasol en los Bulls de Chicago. Mirotic y Scariolo aparecen como las grandes novedades de la selección, aunque en el caso del italiano se trata de una segunda etapa, pues ya dirigió al combinado entre 2009 y 2012, un cuatrienio mágico en el que España conquistó una plata olímpica (Londres) y sus dos oros europeos.

En la dirección de juego, Scariolo ha confiado como tercer base en el debutante Guillem Vives, mejor jugador joven de la Liga el pasado curso. Sin embargo, su rol parece ser el de dar descanso a los Sergios, Rodríguez y Llull, pletóricos tras completar el pleno de títulos de la temporada con el Madrid.

Otro de los debutantes es Pau Ribas, nuevo compañero de Navarro en el Barcelona y llamado precisamente para suplir la ausencia del capitán de la roja. A sus 28 años, el badalonés llega en plena madurez y compartirá labores en el juego exterior con Rudy Fernández, otro indiscutible llamado a dar un nuevo paso adelante. Además, retorna el cántabro Fernando San Emeterio, ausente en el último Mundial, y Scariolo vuelve a confiar en Víctor Claver, al que apenas dio oportunidades durante su primera etapa.

En el juego interior, Pau Gasol será la clara referencia y de su capacidad para mezclar con Mirotic dependerán buena parte de las opciones españolas en el torneo. Sin embargo, ya tienen adelantado gran parte de ese trabajo de acoplamiento después de una temporada compartiendo vestuario en Chicago.

Felipe Reyes, pletórico a sus 35 años, también reclamará más protagonismo del que tuvo con Orenga y su rendimiento de la pasada temporada le avala para lograrlo, en tanto Pablo Aguilar y Willy Hernangómez, el más joven de la plantilla (21 años), recuperado por el Madrid para la próxima campaña y ya drafteado por los Knicks de Nueva York, cumplirán un rol secundario.

Estos son los mimbres con los que España afronta un Eurobasket que la obligará a rendir al máximo nivel desde el primer día pues debuta hoy ante la Serbia de Sasha Djorjevic, vigente subcampeona mundial, dentro del grupo más fuerte del campeonato y en el que también tendrá como rivales a Alemania, a la que vuelve el gran Dirk Nowitzki; una Italia con todas sus estrellas NBA (Bellinelli, Gallinari y Bargnani), la siempre peligrosa Turquía y una Islandia condenada a ser la cenicienta del grupo. Los cuatro primeros de cada grupo pasan a las eliminatorias de octavos, ya en la sede de Lyon (Francia)

Además de las medallas, el Eurobasket ofrece el premio añadido de los pasaportes olímpicos, pero reservados a los dos finalistas. Por detrás, del tercero al séptimo clasificado tendrán que sacer el billete durante los preolímpicos, por lo que llegar a semifinales es el único camino seguro para seguir aspirando a tener plaza en Río.