Islandia estaba llamada a ser la cenicienta del grupo B, con sede en Berlín, y hasta el momento ha perdido los tres partidos que ha disputado, contra Italia (64-70) y Alemania (71-65) por diferencias muy cortas, y ante Serbia (93-64), pero dejando una gran sensación de equipo correoso y generoso en el esfuerzo.

Islandia es el equipo más bajito del campeonato con diferencia. Su techo, Ragnar Nathanaelsson de 2,18 metros, solo ha jugado siete minutos ante los serbios y solo otros dos jugadores rozan los dos metros, Pavel Ermolinskij (2,02) y Hlynur Baeringsson (2,00).

Alma luchadora

Su inferioridad es manifiesta, pero lejos de quedarse en esta realidad, los islandeses intentar suplir su falta de centímetros con velocidad, entusiasmo y un gran trabajo en equipo.

Hasta ahora ese esfuerzo no les ha dado para conseguir la victoria, pero Italia y Alemania tuvieron que sudar para derrotarles. Islandia es la cenicienta, pero conviene no subestimarla demasiado porque la mano de un viejo conocido de la ACB, Jon Stefansson, puede dar un susto casi a cualquiera.