La selección española quiere abrir, en el partido que le enfrentará a Polonia (18.30 horas) en los octavos de final del Europeo 2015, la puerta del sueño olímpico, que es su próximo objetivo.

Superar la primera fase en Berlín no ha sido fácil, de hecho ha sido mucho más complicado de lo que estaba previsto. Hasta el último segundo del último partido, ante Alemania, todo estaba en el alero.

Ahora, "superado el primer objetivo", como han dicho los jugadores, la vista está ya puesta en el siguiente, en Polonia y en alcanzar los cuartos de final, que darían la opción de luchar al menos por una plaza para el preolímpico.

Los dos finalistas del Europeo tendrán plaza directa para los Juegos de Río de Janeiro 2016, mientras que del tercero al séptimo clasificados podrán luchar por los tres billetes que asignarán otros tantos torneos preolímpicos. Es decir, solo un cuartofinalista se quedará sin premio.

El equipo español no lo ha pasado bien en Berlín. Ha sufrido en la pista y ha perdido contra Serbia e Italia, dos de las selecciones llamadas a luchar por las primeras posiciones.

"Este equipo no tiene tanto talento de baloncesto como otros años", dijo Pau Gasol, verdadero guía espiritual de un grupo renovado en el que hasta cinco jugadores, Nikola Mirotic, Pablo Aguilar, Pau Ribas, Guillermo Hernangómez y Guillem Vives velan sus primeras internacionalidades, en lugar de otros jugadores ya consagrados.