La Unión Deportiva Las Palmas rescató un punto en Balaídos (3-3), después de remontar al Celta un 3-1, en un partido en el que jugó con un futbolista menos desde el minuto diez.

Al equipo insular le costó entrar en el choque. Sin juego, sin intensidad defensiva, se vio superado en los primeros veinte minutos por el vendaval celeste. Cuando empezó a dar síntomas de recuperación ya perdía por dos a cero y jugaba con un futbolista menos, tras la expulsión de su portero Javi Varas.

El Celta explotó de maravilla el enorme espacio existente entre las líneas rivales. El trío formado por Nolito, Orellana y Aspas fue una pesadilla para la defensa amarilla. El Celta sacó petróleo de un pase en largo de Fontás hacia Aspas. El delantero encaró a Javi Varas, y este lo derribó al intentar robarle el balón. Estrada Fernández no lo dudó. Penalti y expulsión. Lo transformó Orellana, que participaría también en la jugada del segundo gol, obra del danés Wass.

Al Celta, al igual que en las jornadas anteriores, se le había puesto todo de cara. Pero incomprensiblemente el equipo de Berizzo permitió que su rival resucitara cediéndole el balón. Araujo recortó la desventaja con un gran gol; y Jonathan Viera enmudeció el estadio con un disparo que se le fue alto. El sufrimiento vigués se terminó momentáneamente con el gol de Nolito a los tres minutos de la reanudación. El equipo amarillo se animó poco después y volvió a querer la pelota. Un gol de Araujo puso el 3-3 y Hernández, en el 64, estuvo cerca de culminar la remontada con un disparo desde la frontal.