Cristiano Ronaldo, con dos goles de penalti y un tanto de cabeza, rentabilizó el tedio en el que se instaló el Madrid para doblegar por 4-0 al Shakhtar Donetsk, incapaz de superar un error garrafal de su portero Andriy Pyatov y otro del árbitro Ivan Bebek al pitar un penalti inexistente.

Esos detalles marcaron el paso del Madrid en su primer partido en la Liga de Campeones 2015-16. No hubo apenas fútbol en una semana en la que la tranquilidad se instaló en el club después de los últimos dos encuentros de Liga que ganó (5-0 al Betis y 0-6 al Espanyol). Estos fueron balsámicos para los hombres de Rafael Benítez, que, como casi siempre, viven rodeados de debates.

El técnico madrileño optó por alinear a Keylor Navas, una de sus dudas, y parece claro que el puesto es suyo en Europa y en la Liga. Kiko Casilla parece destinado a jugar solo la Copa del Rey, pero todo puede pasar en la idea de Benítez de rotar la plantilla cuando sea necesario.

De este modo, solo Varane fue novedad en la alineación del Madrid. Pepe descansó en el banquillo y con este guión, y ante un equipo teóricamente peligroso por la calidad de sus brasileños, el cuadro madridista saltó al terreno de juego con muy buenas intenciones pero con poca tensión.

La primera parte se resumió con dos únicas apariciones de Benzema que dieron como resultado el único tanto de los primeros 45 minutos gracias al fallo de Pyatov, que no atrapó un centro de Isco Alarcón y el francés marcó a placer.

El Shakhtar, que no disparó a puerta en ninguna ocasión, solo pudo marcar con una cesión de Varane que no controló Keylor Navas y que estuvo a punto de sorprender al portero del Madrid. Los ucranianos, que solo inquietaron por la banda izquierda, con Azevedo, Taison y las caídas hacia ese lado de Teixeira.

El empuje de los tres brasileños no fue suficiente para el Shakhtar, que se marchó al vestuario con un tanto en contra ante un rival que jugaba al paso y que se quedó sin Gareth Bale por una lesión en el gemelo izquierdo.

El árbitro croata Ivan Bebek pitó un penalti inexistente en el 55 de su compatriota Dario Srna tras interpretar que un claro balonazo en la espalda lo tocó con la mano. Ahí se acabó el partido. La pena máxima la anotó Cristiano, que no falló diez minutos después en otro penalti, por otra mano de Azevedo.

A base de errores ajenos, de decisiones del árbitro cuestionables y de decisiones infantiles de los jugadores del Shakhtar, el Madrid consiguió ponerse 3-0 por delante en el marcador sin ningún brillo.

Esa tercera diana llegó cuando quedaba media hora de juego, toda una eternidad para los hinchas del Bernabéu, que sufrieron el frío y el tedio de una victoria engañosa. Cristiano Ronaldo se encargó de que fuera así con su cuarto y postrero gol.