Luis Enrique tenía reservado un papel protagonista para Rafinha en el Barça de esta temporada, por lo menos hasta que en enero se incorporen Arda Turan y Aleix Vidal. Se lo había demostrado desde el primer momento, desde el partido de la Supercopa de Europa, en el que apostó por él antes que por Pedro, que buscaba alguna señal para seguir en el club. Su protagonismo en el Barça le sirvió de trampolín para debutar en la selección brasileña absoluta, hace poco más de una semana, y además con gol. Hasta que nada más pisar el césped del estadio Olímpico de Roma se fue de la marca de Nainggolan y el belga le derribó por detrás. En la caída crujió la rodilla del hijo pequeño de Mazinho. "Una lesión fea", advirtió Luis Enrique. Rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, confirmaron las pruebas de ayer.

La carrera de Rafael Alcántara do Nascimento (São Paulo, 12 de febrero de 1993) siempre ha ido a rebufo de la su hermano Thiago, casi dos años mayor. Pero mientras que Thiago tuvo una trayectoria meteórica, llegando a debutar con el primer equipo del Barcelona en edad juvenil, Rafinha ha seguido un proceso de maduración más lenta. "El bueno es Rafinha", se comentaba por La Masía cuando Guardiola empezaba a darle oportunidades a Thiago en un centro del campo copado por Xavi, Busquets e Iniesta.

En sus dos últimas temporadas en el filial, entre 2011 y 2013, Rafinha tuvo tres oportunidades con el primer equipo, pero con la llegada al banquillo del Tata Martino y el aterrizaje de Luis Enrique en Vigo, el centrocampista se marchó cedido al Celta. En Galicia, Rafinha dio un salto de calidad y ayudó al Celta a completar una gran temporada. Así que su regreso al Camp Nou estaba cantado, apadrinado una vez más por Luis Enrique. Aunque tuvo un papel secundario, Rafinha participó finalmente en 43 partidos la pasada temporada y se ganó la renovación de un contrato que finaliza el 30 de junio de 2016.

Su versatilidad, las condiciones para rendir en varias posiciones del centro del campo y la delantera le habían situado como el jugador número 12, la primera alternativa para las rotaciones y un habitual saliendo desde el banquillo. Como el miércoles en Roma, cuando Luis Enrique buscaba un revulsivo para el previsible juego azulgrana. Nada más pisar el césped, Rafinha recibió un balón cerca de la banda derecha y, con un amago, se libró del acoso de Radja Nainggolan y encaró la defensa romanista. El belga le trabó por detrás y, en la caída, la rodilla derecha del brasileño quedó bajo el cuerpo del rival hasta que se rompió el ligamento cruzado.

Aunque habrá que esperar a la operación, Rafinha puede haber dicho adiós a la temporada. El plazo de recuperación habitual de este tipo de lesiones ronda los ocho meses, con lo que el pequeño de los Alcántara no estará en disposición de jugar hasta mayo. La Liga finaliza el 15 de mayo y la final de la Liga de Campeones está prevista para el 28 del mismo mes. Rafinha, que será operado por doctor Cugat el próximo martes, recibió ayer las disculpas de Nainggolan por Twitter: "Hola Rafinha, lo siento mucho por la mala noticia, no fue mi intención hacerte daño. Espero verte pronto en el campo".