El ferrolano Javier Gómez Noya, que hizo historia al lograr en Chicago un inédito quinto título mundial de triatlón, que une a sus tres títulos de campeón de Europa y a la plata olímpica que ganó en los Juegos de Londres, se ha convertido en leyenda viva del deporte español. Gómez Noya, de 32 años, ganador de catorce pruebas de la Copa del Mundo, que aseguró su quinto título al acabar segundo tras Mario Mola, asegura que ahora su gran reto se centra en los próximos Juegos Olímpicos de Río, donde buscará el oro olímpico.

-Acaba de hacer historia, al superar los cuatro títulos mundiales que le igualaban al inglés Simon Lessing. ¿Qué siente, al haberse convertido en un mito del triatlón y del deporte español?

-No lo sé muy bien, aún. Es de esas cosas que creo que veré desde otra perspectiva o valoraré más dentro de unos años, porque ahora aún estoy con la vorágine de la competición. Lo que sí puedo decir es que estoy muy orgulloso de lo que he conseguido hasta ahora. No solo por ser pentacampeón, sino por las nueve medallas (mundialistas) seguidas que llevo. Es algo que me sobrepasa, jamás lo hubiese imaginado cuando empezaba. Necesitaré un tiempo para asimilar todo esto, quizá unos años.

-¿Cómo vivió la prueba de Chicago?

-Estoy contento con cómo salió la carrera, porque sabes que estás bien, pero siempre piensas que si tienes un día malo se te puede escapar el título al final. Me encontré bien. Estuve tranquilo siempre. La natación la hice bien y salí donde debía. En la bici salimos muy rápido, pero se hizo un grupo grande después y, al haber muchos giros, había nervios. Todo el mundo quería ir bien colocado. Salvé bien la situación y evité las caídas. Luego, corriendo me fue muy bien. Hice uno de los mejores diezmiles de mi vida. Pero Mario (Mola) estuvo muy fuerte, bajó de los 29 minutos en el 10.000 y fue imposible ganarle. Puede que Mario haya hecho la carrera más rápida del triatlón, no recuerdo que alguna vez se haya bajado de 29 minutos.

-¿En qué momento sintió que el título ya estaba en sus manos?

-En la primera vuelta de la carrera a pie cuando nos quedamos solos Mario y yo. Ahí vi que tenía el título. A partir de ahí intenté ganar la carrera.

-Además del título también quería ganar en Chicago.

-Hombre, quizá en otras circunstancias hubiese empleado otra estrategia, pero esta vez mantuve el ritmo alto en la carrera a pie para evitar que nadie enlazase. Y al final intentas ganar, pero fue imposible, porque Mario estuvo sensacional. No tengo nada que reprocharme y al final estoy muy contento. Por él y por mí.

-Ya en meta, Mario Mola le hizo una reverencia.

-Sí. Tenemos muy buena relación. En Chicago lo dimos todo y cada uno quería ganar. Pero nos llevamos bien. Él me ha visto ganar y admira lo que he hecho. Por eso creo que me hizo esa reverencia en meta. Pero él hizo una carrera espectacular. Estuvo muy bien en natación, aguantó bien en bici y corrió más que nadie.

-Usted pentacampeón, Mola de nuevo subcampeón y Fernando Alarza, quinto en el Mundial.

-La verdad es que ha sido un año muy bueno para todos. Acabamos los dos en el podio y Alarza estuvo en el podio hasta la penúltima prueba. Lo siento por Chente Hernández, que tuvo una caída, se tuvo que retirar y le tuvieron que dar ocho puntos, creo, porque se cortó con el plato de la bici. Él se entrena conmigo, estaba fuerte y sabía que lo podía hacer bien. Ha sido una pena por él, pero espero que se recupere pronto.

-Ahora el objetivo es el oro olímpico en Río. ¿Lo afronta con menos presión, después de presentar esta trayectoria tan impecable? ¿O siente la presión de ser favorito?

-Todo lo que he ganado me hace estar relajado para afrontar los Juegos de Río. Y ese será el objetivo para el año que viene. Está claro que la de los Juegos de Río será la carrera que más ilusión me hará ganar. A partir de ahora todo se centrará en preparar los Juegos.

-De momento los prepara ganando un Mundial tras otro. Lleva cinco. El año pasado quiso igualar a Lessing y lo logró. Y esta vez lo ha vuelto a hacer, en un año que en teoría parecía de transición.

-De los Juegos Olímpicos no se vive, así que nunca hay años de transición (ríe). Está claro que a partir de ahora me centraré en los Juegos de Río, pero también haré otras carreras.